Dos vecinos de Bueu han sido identificados por la Guardia Civil como presuntos autores de un delito de espionaje industrial en una empresa de la comarca de O Morrazo. Uno de ellos ha sido detenido y el otro ha quedado investigado penalmente.
Estas dos personas, a las que se les vincula también con un delito contra la propiedad industrial, se les acusa de haber colocado dos cámaras de vídeo vigilancia en el interior de la nave de una empresa dedicada a la elaboración de cebos para la pesca. La intención era, presuntamente, revelar el secreto comercial en relación con la fabricación del cebo.
Las investigaciones que se llevaron a cabo por el Equipo de Policía Judicial de la Guardia Civil de Cangas se iniciaron cuando el propietario de la compañía detectó una de las cámaras y lo denunció ante la Guardia Civil.
Cuando los efectivos de la Benemérita se personaron en la empresa para comprobar los hechos y realizar la correspondiente inspección ocular, detectaron una segunda cámara que estaba instalada en otra zona del inmueble con la misma finalidad. Los dos dispositivos disponían de sendas tarjetas de memoria con 128 Gb de capacidad y sólo una de ellas podía ser visionada a través de control remoto.
La estrategia de los investigadores permitió la identificación de una persona que fue detenida infraganti en el interior de la empresa cuando se disponía a cambiar la batería de una de las cámaras que se había apagado. Se trata de un vecino de Bueu con “numerosos antecedentes policiales”, según informa la Guardia Civil. Cuando fue interceptado llevaba puesto unos guantes de goma, capucha y una mascarilla.
Las pesquisas concluyeron con la identificación y localización de otra persona, también vecino de Bueu, que se encargaba de visionar por control remoto las imágenes de una de las cámaras a través de su teléfono móvil. “La investigación puedo determinar que ya habían establecido relaciones comerciales con las empresas proveedoras de los productos que utilizaba el denunciante para elaborar el cebo”, apunta la Benemérita.
Efectivos del puesto de Marín y Moaña colaboraron en la fase operativa de la investigación. Las diligencias se entregaron en el juzgado de instrucción de guardia de Marín, donde deberán comparecer los presuntos autores cuando sean requeridos por la autoridad judicial.