Un auténtico calvario de 23 kilómetros de recorrido por la N-120, con el asfalto en muy mal estado y plagada de baches y socavones que han provocado numerosos accidentes. Así llevan ya más de quince días los usuarios de la Autovía das Rías Baixas (A-52) debido al cierre del túnel de O Folgoso, en A Cañiza, en sentido Ourense.
La situación se ha vuelto muy peligrosa para los conductores, que al inconveniente de los retrasos por el rodeo que deben dar, tienen que sumar el peligro de reventones por un asfalto destrozado. La Delegación del Gobierno informó hace unos días de que el cierre se prolongará entre dos y tres meses para realizar las reparaciones de los daños ocasionados por el incendio de un camión en su interior el pasado 25 de enero.
Este miércoles, la Xunta de Galicia anunció que ha solicitado al Ministerio de Transportes el restablecimiento de la circulación en el túnel del Folgoso por la vía de la emergencia para paliar el impacto económico y social que está provocando este cierre en el sur de Galicia.
La conselleira de Infraestructuras y Movilidad, Ethel Vázquez, ha remitido al secretario de Estado de Infraestructuras, Pedro Saura, una carta en la que le demanda información sobre los procedimientos y plazos previstos para resolver esta situación que «afecta a sectores estratégicos como el transporte o incluso al sistema sanitario».
En la carta remitida por la conselleira se concreta que «este desvío ocasiona un incremento de tiempo de recorrido, que puede llegar a ser de más de media hora, afectando al sector de transporte de mercancías y también a los usuarios que se dirigen al trabajo o acceden a servicios básicos como la sanidad y la educación».
La conselleira resalta la «máxima preocupación» de la Xunta al haberle trasladado los profesionales sanitarios que este cierre está dificultando una respuesta idónea ante posibles urgencias. La autovía A-52 registra, en condiciones normales, un tráfico medio de 16.640 vehículos al día. No obstante, actualmente esa intensidad se vio reducida por las restricciones derivadas de la crisis sanitaria, por lo que las personas que se desplazan entre Vigo y Ourense lo hacen por razones de necesidad justificada.