El cuerpo sin vida del niño de 10 años desaparecido este sábado en Arbo al ser arrastrado por la corriente del Miño fue localizado a unos 500 metros del lugar en el que el río engulló tanto a él como a su padre.
Buzos de la armada española desplazados desde Ferrol localizaron el cuerpo en una zona de pesqueiras. Minutos antes de las seis de la tarde se esperaba el traslado a tierra por parte de los buzos de la Guardia Civil para rescatar el cuerpo.
Las labores de rescate se habían reanudado este domingo, incluido con drones, para intentar hallar indicios del menor, después de que varios testigos alertasen hacia las 19:00 horas del sábado haber visto a dos personas arrastradas por la corriente en el río Miño.
El niño se encontraba nadando, junto con su padre en una playa fluvial cercana al puente internacional hispano-luso, cuando ambos fueron arrastrados río abajo por la corriente.
En la misma zona de baño estaban la madre y otro hijo de la pareja, que consiguieron nadar hasta la orilla superando la corriente y pudieron salir del agua.
Según algunos testigos, el niño, de 10 años de edad, fue arrollado por la corriente cuando trataba de recuperar una chancla que se le había caído al río Miño a su paso por el municipio pontevedrés de Arbo.
El padre, de 42 años, se lanzó al río para tratar de rescatarlo y también fue arrollado por la corriente y fue hallado río abajo aún con vida, pero los equipos de rescate no pudieron reanimarlo.
En las tareas de búsqueda del menor participan agentes de varios servicios de emergencias de España y Portugal con el apoyo de voluntarios.