La Covid-19 no entró con fuerza solamente en las residencias de mayores, sino que también tuvo una especial incidencia en los centros de atención a personas con discapacidad. Varias de estas instalaciones de Vigo y su área metropolitana vieron cómo este colectivo iniciaba una batalla contra el coronavirus que acaba de concluir ahora sin ningún fallecido.
El más afectado fue el CAPD de Chapela, que llegó a tener a decenas de usuarios y trabajadores contagiados. La pesadilla comenzó a finales de marzo y tras sufrir un pico de casos en la primera quincena de abril pudo ir reduciendo positivos de forma progresiva.
Hace unos días se curó el último de los empleados que seguía infectado y este martes la Consellería de Política Social ha informado de la recuperación del usuario que faltaba por dar de alta.
Así, la Covid-19 desaparece de estos centros y la lucha se centra en los ‘resquicios’ que quedan de la pandemia en las residencias de ancianos. El listado oficial de la Xunta mantiene activo un caso entre los internos del CRAPD del Meixoeiro y dos entre el personal de DomusVi Cangas. Son los únicos positivos que recoge ahora mismo Política Social en Vigo y su área metropolitana.