El BNG, a través de su senadora Carme da Silva, acaba de registrar diferentes iniciativas ante la Cámara para demandar al Ministerio de Transportes que inicien las obras de mejora de la curva de Trasmañó, en la N-552 a su paso por Redondela, «lo antes posible».
Como recuerdan en un comunicado, estas actuaciones fueron declaradas de emergencia por parte de la Demarcación de Carreteras, y es por ello por lo que el BNG «no entiende» a qué se debe el «retraso en el inicio» de los trabajos, por lo que pide «celeridad».
El estado del firme de este tramo, entre el Alto de la Encarnación y el puente de Rande, fue objeto de «quejas y reclamaciones desde hace más de un año», rememora la senadora.
«Numerosas ‘fochancas’, grietas y otras deficiencias convierten esta curva en un punto peligroso para la conducción llegando a ser balizada la zona por parte de la Demarcación de Carreteras del Estado hace cuatro meses y declarándola como obra de emergencia», apuntó el BNG.
Sin embargo, matizan que «aún está pendiente de licitación», señala Da Silva. Y sigue: «Cuatro meses después de balizarse la zona, entendemos que estas obras debían haber sido continuación de la mejora de la carretera una vez que se concluyó en abril del pasado año el asfaltado de la rotonda de acceso a la AP-9 a la altura del puente de Rande en Cabanas», señaló.
La N-552 es la vía empleada para los desplazamientos entre Redondela y Vigo de forma gratuita por lo que, como añade la nacionalista, «siendo un área metropolitana muy poblada y con elevados flujos de circulación, a día de hoy se constituye cómo una vía de elevada movilidad», justifica.
«Queremos que el Ministerio de Transportes explique a qué se debe el retraso de las obras y cuándo se van a iniciar estas actuaciones«, insistió.
De hecho, concluye recordando que el mal estado de la curva de Trasmañó fue «objeto de estudio» por parte de la Dirección General de Carreteras, que procedió a la señalización del tramo y al desplazamiento de los carriles, suprimiendo además el arcén del margen más próximo a la AP-9 para que el tráfico evitase así la zona de las ‘fochancas’.
Además, se redujo la velocidad en este tramo a 40 km/h, «lo que está afectando gravemente a la movilidad diaria y a cientos de personas usuarias de la vía», señaló.