La Federación Internacional de los Trabajadores del Transporte (ITF, por sus siglas en inglés) ha pedido inspeccionar un buque atracado en los muelles de Chapela a finales de abril para verificar las condiciones de seguridad a bordo.
Todo ello tras una denuncia de los tripulantes del barco, que alegaban que no habían cobrado sus salarios y que temían ser repatriados a la llegada a puerto sin recibir su dinero.
Se trata del buque ‘Santa Isabel’, construido en 1972 y navegando bajo pabellón de Belize. Cuando la ITF acusó recibo de la reclamación y contactó con los trabajadores, estos afirmaron desconocer el puerto al que se dirigían y tenían miedo a sufrir represalias por pedir ayuda.
Una vez en los muelles redondelanos, según explica la propia ITF, se envió a bordo a un inspector, la gallega Luz Baz Abella, para tratar así de verificar el alcance de su reclamación.
“En su visita, frustrada por un supuesto representantes español de la compañía, Baz no pudo acercase a la tripulación, pero sí constatar el estado general del buque y las condiciones absolutamente subestándar de habitabilidad”, ha lamentado la ITF.
Por ello, ha notificado y presentado una queja formal ante las Autoridades Marítimas; Capitanía Marítima de Vigo, como Estado Rector del Puerto y autoridades de Belize, responsables como Estado del pabellón.
En este sentido, urge la inspección del buque para verificar las condiciones de seguridad, de vida y habitabilidad a bordo, así como para asistir a los tripulantes en la recuperación de sus salarios. Pese a ello, la ITF no ha recibido información alguna al respecto de las autoridades españolas y solo el compromiso de las autoridades del pabellón de proceder a una futura inspección, a la vista de las fotografías y la información que ha proporcionado la ITF.
“La ITF urge la inmediata inspección detallada del buque, la información transparente y detallada de los resultados de la inspección y de las medidas adoptadas para garantizar la seguridad de la tripulación y el cumplimiento riguroso de la normativa y los estándares internacionales”, ha sentenciado.
Asimismo, en la búsqueda de información sobre el buque y su origen, la ITF descubrió que se trata de un barco acusado de pesca ilegal por ONG medioambientalistas y que, presumiblemente (datos confusos en el registro de posiciones del AIS) procedía de Montevideo.