El nuevo uso hotelero que se le dará al faro de Cabo Silleiro será realidad muy pronto. El próximo mes de junio, si todo va según lo previsto, la costa de Baiona contará con un nuevo establecimiento hotelero que está llamado a ser uno de los lugares con mayor encanto de Galicia. Así lo definieron esta mañana sus promotores, la empresa Lighthouse Baiona que, a finales de 2021 logró la concesión y explotación de las instalaciones.
No fue un proceso fácil. Pero sí una apuesta muy decidida del Concello de Baiona y del Puerto de Vigo con Jesús Vázquez Almuiña al frente.
Tras muchos años de procesos administrativos (el Puerto sacó a concurso la concesión pero el Gobierno central tuvo que autorizar la compatibilidad de usos y, finalmente, hubo que tramitar la licencia de obra, entre otros pasos), el pasado jueves el Concello de Baiona concedió la licencia definitiva de obra, con lo que esta mañana se dio el ´pistoletazo de salida´ a los trabajos, que ejecutarán la empresa Di Milano junto al equipo de arquitectura de Pedro de la Puente, el mismo que se encargó de la reforma del estadio de Balaídos.
El edificio «revivirá» con el uso hotelero pero se mantendrá la función marítima y tecnológica del faro. «El faro no va a dejar de funcionar. Convivirá el uso turístico y práctico», explicó el arquitecto De la Puente.
La recuperación de este edificio histórico, que se inauguró en el año 1924 tras quedar sin uso el faro antiguo o pequeño -ubicado a 800 metros y que también será motivo de rehabilitación-, pasa por conseguir un total de 16 habitaciones de ´alto standing´.
Estancias «confortables, amables y con buenos acabados», como definieron desde el estudio de arquitectura, buscando así los requisitos que se pretenden cumplir con los hoteles de 5 estrellas.
Las habitaciones estarán distribuidas en 2 plantas -9 habitaciones en el piso superior y 7 en el inferior- y todas ellas contarán entre 17 y 21 metros cuadrados de superficie. Además, 7 de ellas estarán reservadas para personas con movilidad reducida.
La distribución de las plantas se completará con un vestíbulo-recepción, salón con chimenea y restaurante y bar-cafetería (unos 100 metros de superficie) en la planta baja mientras que en la parte superior habrá un ´lounge´ y una terraza exterior de 138 m2.
La impresionante escalera de caracol por la que se asciende a la torre del faro, de 16 metros de altura, mantendrá su uso y será el hilo de unión entre las plantas y la terraza exterior.
Y a esta rehabilitación se añadirá la del faro antiguo o pequeño, que data del año 1866 y que ahora mismo se encuentra en desuso absoluto. Se encuentra a unos 800 metros del faro principal, justo en el paso del Camino de Santiago, por lo que se convertirá en una pequeña cantina y será una parada obligada para los peregrinos.
Además, estas instalaciones han perdido la torre con la linterna, pero la idea es poder recuperarla y poner en valor todo el conjunto.
Desestacionalización del turismo con el Camino portugués por la Costa
En el acto de presentación de esta mañana estuvieron presentes el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, el alcalde de Baiona, Jesús Vázquez Almuiña, el presidente del Puerto de Vigo, Carlos Botana, entre otras autoridades como la vicepresidenta de la Diputación de Pontevedra, Marta Fernández-Tapias, o la delegada de la Xunta en Vigo, Ana Ortiz, además de los promotores empresariales, encabezados por el periodista ya jubilado, Pati Blanco.
Fue este el que, en su versión más poética, recordó la vinculación de este proyecto y la ubicación del faro-hotel con la importancia turística que implica el paso del Camino portugués por la Costa por la zona de Cabo Silleiro además de recalcar la «conexión privilegiada» con el norte de Portugal.
Vázquez Almuiña recogió el testigo e insistió en la necesidad de reclamar y trabajar por un turismo «que nos inunde todo el año», apostando así por la desestacionalización que implica el Camino portugués. «Será el futuro», determinó. Algo que el presidente Rueda quiso recalcar en su intervención tachando de «progresión impensable» las cifras de peregrinos que se deciden a hacer este Camino de Santiago. «Es la marca Galicia a tope», dijo, destacando la «belleza del emplazamiento» donde se ubica este faro-hotel.
Por último, el alcalde de Baiona trasladó también su deseo de que la recuperación de este espacio se pueda trasladar también al entorno, en concreto a las antiguas baterías militares que se encuentran a poca distancia, confirmando que el Ayuntamiento de Baiona ha trasladado esa petición al Gobierno central.
Un proyecto que parte de un «sueño»
Rueda felicitó y destacó la «valentía» de los empresarios que pusieron en marcha este proyecto, que partió «de un sueño», y subrayó que con este tipo de iniciativas se «elevará el nivel de la oferta turística» en Galicia.
Y afeó al Gobierno central por no dejar replicar este modelo y crear una «red» de espacios emblemáticos como éste, como se contempla en la ley gallega del litoral recurrida por el Ejecutivo de Pedro Sánchez. «No entiendo por qué no nos dejan hacerlo en otros sitios para traer turismo de calidad y alto poder adquisitivo», lamentó, al tiempo que recordó que, de este modo, se podrían recuperar instalaciones en ruinas, respetando el entorno, para darles una segunda vida y generar riqueza.
«Hay emplazamientos que tendrían una utilización turística fantástica, respetando el entorno y poniéndolos más en valor, con una segunda vida, también económica. Porque la costa hay que preservarla, pero en la costa también hay que vivir y seguir creando riqueza», ha abundado.