Apenas 15 días han durado las últimas restricciones de consumo de agua anunciadas por el Concello de Baiona. El alcalde, Carlos Gómez, había emitido un bando prohibiendo el uso para baldeos, riegos o limpieza de vehículos a pesar de las previsiones que ya anticipaban lluvia abundante para las próximas fechas. Ahora, “debido a las precipitaciones de estas últimas semanas”, el regidor ha firmado otro bando para poner fin a dichas limitaciones.
“El nivel de agua del embalse de Baíña aumentó considerablemente, por lo que se levantan a partir del 1 de noviembre de 2022 las restricciones del uso de agua para baldeo, riego, limpieza de vehículos, etc”, reza la orden, que realmente fue anunciada este miércoles pese a haberse emitido el pasado lunes, 31 de octubre.
En todo caso, el Ayuntamiento de Baiona ha apelado al “uso responsable” por parte de la población de “este bien tan necesario”. Sobre lo que no se pronuncia la administración local es sobre la calidad de esa agua. Desde hace días, especialmente en la zona de Sabarís pero también en el resto de los barrios, llega muy turbia a las viviendas.
No es la primera vez que ocurre, puesto que el abastecimiento empeora cuando el nivel del embalse baja demasiado, como ha ocurrido en Baíña. A falta de la confirmación oficial sobre la causa, muchas personas han optado por no utilizar el suministro y recurrir al agua embotellada.
Baíña, en máximos
La ocupación de la presa de la villa real ha pasado del 46% al 85% en solo una semana, tal y como confirma el último boletín hidrológico publicado por Augas de Galicia. De este modo, se puede dar por lleno el embalse, ya que en esta época del año es necesario dejar un margen de resguardo para evitar desbordes inesperados por posibles trombas de agua.
Una situación similar se da en Eiras, que está al 80%. Mientras, Zamáns aún debe mejorar, ya que se encuentra al 58% de su capacidad. Aunque la lluvia dará un respiro esta semana, se espera que los chubascos regresen de forma puntual el jueves y en la noche del sábado al domingo.