Ángel R.D., investigado como supuesto autor de la muerte de su exmujer en Baiona, volverá este viernes a los juzgados de Vigo para comparecer en virtud de lo previsto en la Ley del Tribunal de Jurado y escuchar las imputaciones que pesan sobre él, según han confirmado fuentes jurídicas.
Se trata de una vista señalada para primera hora de la mañana, en la que el investigado tiene que estar presente y en la que su abogado (y el resto de las partes) puede pedir diligencias, toda vez que, tras más de una semana de mutismo, el hombre finalmente se ha comunicado con su familia y con su defensor (con el que tendrá que ‘armar’ su estrategia de defensa).
Con todo, el propio abogado, Saúl Vidal, ha reconocido a Europa Press que apenas tiene “margen” para maniobrar, puesto que su defendido ha sido muy escueto y “dice que apenas recuerda nada”.
El investigado, profesor en un instituto de Redondela, fue detenido el pasado 6 de febrero, cuando se entregó en la Comisaría de Policía Nacional de Ourense, horas después de haber matado supuestamente a su expareja, Beatriz L.G., en la casa de ella en Baiona.
El hombre llegó el domingo a última hora a la vivienda de la víctima con los dos hijos menores de ambos, que habrían presenciado el crimen. Tras matar supuestamente a su exmujer, se llevó a los niños a casa de un familiar y se fue a Ourense, donde se entregó horas después.
La autopsia practicada a la víctima reveló numerosas heridas punzantes y cortes por todo el cuerpo, así como un gran golpe en la cabeza, y la investigación apunta que se usaron al menos dos armas, un cuchillo de pequeñas dimensiones (que apareció junto al cuerpo de la mujer) y otro objeto más contundente, que no fue localizado.
Tras su detención, Ángel R.D. se negó a declarar, y ni siquiera habló con su familia o abogado. De hecho, su primera comparecencia ante el juzgado de Vigo acabó con un traslado al hospital Álvaro Cunqueiro para una evaluación psiquiátrica.
Horas después recibía el alta, con informes médicos que descartaron que se encontrara en estado catatónico y que señalaban que tenía capacidad procesal. Con todo, y de nuevo en el juzgado, volvió a negarse a hablar, y ni siquiera aceptó la oferta de declarar por escrito que le hizo la jueza, que acabó ordenando su ingreso en la prisión de A Lama como presunto autor de un homicidio o asesinato.