El interés suscitado en los últimos meses entre varias empresas por reconvertir el faro de Cabo Silleiro, en Baiona, en un hotel ha animado a la Autoridad Portuaria de Vigo a convocar un concurso público al que se podrán presentar todas aquellas firmas que estén interesadas en este nuevo uso.
Aunque esto sucederá en las próximas semanas, la institución que preside Jesús Vázquez Almuíña tiene claro que valorará positivamente aquel proyecto que presente una actuación que englobe a los dos faros situados en la villa, tanto al nuevo como al viejo.
Hasta el momento, la firma Landscope y un empresario particular han sido las primeras interesadas en hacerse con la concesión administrativa para explotar las instalaciones. Pero con la convocatoria de un concurso público, abierto a otras ofertas, la Autoridad Portuaria de Vigo espera que más compañías presenten nuevos proyectos que engloben a ambos faros. Esta actuación se enmarca en las acciones previstas para poner en valor el conjunto histórico de los faros de Cabo Silleiro.
El faro más nuevo de Cabo Silleiro está situado a una altura de 30 metros sobre el terreno y a 85 sobre el nivel del mar. Da una luz blanca en grupos de 2+1 destellos cada 15 segundos y tiene un alcance de 35 millas. Fue construido en 1924 sustituyendo al antiguo faro, que funcionó por primera vez el 31 de marzo de 1862 y daba una luz fija blanca con un alcance de 17 millas. Del antiguo faro aún se conserva la fachada de granito en primera línea de costa a unos 800 metros al NNO del faro actual sobre las restingas que despide el cabo.
El faro actual se construyó para dar respuesta a la necesidad de lograr un mayor alcance de la luz. Para ello, fue necesario elevar considerablemente la altura del plano focal y colocar un aparato luminoso de mayor potencia, premisas que en la torre antigua era imposible conseguir. Fue inaugurado el 8 de agosto de 1924 y durante un mes funcionó simultáneamente con el faro viejo, por entonces atendido por el torrero Juan Prego.