“A pesar del tiempo inestable que hizo creo que hemos cumplido las expectativas y recibimos a unos 200.000 visitantes en los tres días de fiesta”. La concejal María Iglesias, responsable de la organización de la Arribada, valoraba a última hora de este domingo la última edición de la fiesta, primera con el título de Interés Turístico Internacional.
Y es que las lluvias intermitentes marcaron las dos primeras jornadas durante un fin de semana en el que el frío también se dejó notar. Los actos se cerraron desde las ocho de la tarde en la Praza do Concello con un fin de fiesta a cargo de animación y a las diez de la noche quedó definitivamente clausurado el Mercado Real.
Fueron tres días en los que destacaron las tradicionales representaciones de la llegada de la carabela “La Pinta” a Baiona el 1 de marzo de 1493. La playa de A Ribeira acogió la escenificación con miles de personas abarrotando el arenal.
También fueron muy bien acogidas las novedades de este año, como el espacio Paradas de los Pueblos Hermanos, situado en el Paseo Ribeira en el que se ofrecieron los productos típicos de cada región con la que Baiona está hermanda por su relación Colombina. Desde Palos de la Frontera (Huelva), con sus fresones, hasta Santa Fe de Granada, con los típicos piononos; Pornic, con los productos característicos de la zona del Valle del Loira, y Vila do Bispo, con su queso de higos y productos hechos con la algarroba. Junto a ellos estarán ubicados los postres característicos de Baiona: Ñoclos de Pinzón y Tartas de Sarmiento.
Otra de las novedades fue el montaje de un campamento medieval en la playa Concheira, donde los más pequeños realizaron paseos en pony o a caballo. Además, se reforzó el parque de aventuras en A Palma, con dos rocódromos y dos rappels desde la muralla del Parador, así como el descenso de tirolina desde la muralla del Contestable.