Los alcaldes de Vigo, Nigrán y Baiona mantuvieron este jueves un encuentro para buscar soluciones a los problemas de abastecimiento que sufren sus municipios. Los tres, del PSdeG, formaron un frente común para criticar a la Xunta por la falta de soluciones y para coordinarse de cara a los próximos meses, que se prevén secos. Después de que solo cayeran 12 litros por metro cuadrados en los últimos 40 días, el Concello olívico ha decidido dar un paso adelante para ayudar a sus vecinos del Val Miñor.
Tras la reunión, el regidor vigués, Abel Caballero, anunció que la ciudad dejará temporalmente de abastecerse de la presa de Zamáns –de la que captan agua unas 19.000 personas en Vigo– para hacerlo directamente desde la potabilizadora del Casal hacia la de Valladares y permitir así que Nigrán y Baiona puedan ganar “un mes más” de suministro. Esa cesión irá en detrimento del embalse de Eiras, mucho más grande, de donde se nutrirá la urbe olívica de forma exclusiva.
Caballero, que compareció en solitario tras departir con Juan González (Nigrán) y Carlos Gómez (Baiona), aseguró que estos dos ayuntamientos del Val Miñor solo tienen garantizado “dos meses de abastecimiento”. “Vigo apoyará a Nigrán y Baiona. No vamos a permitir que se queden sin agua desde la conciencia de que aquí tenemos un serio problema. Tenemos que ser solidarios”, declaró este jueves Caballero.
Además, avanzó que la próxima semana prevé “convocar” al resto de alcaldes y alcaldesas del área metropolitana, que principalmente recurren a Eiras, para tomar “medidas conjuntas de ahorro y precaución”.
Agradecimiento de Nigrán
Posteriormente, el Concello de Nigrán emitió un comunicado en el que agradeció la medida tomada desde la ciudad olívica. El Ayuntamiento recuerda que el embalse de Zamáns está al 50% y que su ocupación está bajando a un ritmo de 0,5% cada día.
El Gobierno local emitió un bando la semana pasada para que la población no utilice agua del abastecimiento público para regar huertas y jardines, baldear, llenar piscinas, limpiar coches y fachadas o posibles usos lúdicos.
Anteriormente, a principios de mes, el Concello cerró duchas y lavapiés de las playas. Además, no realiza baldeos ni riegos desde julio. “Todas estas medidas suponen un ahorro diario de más de 37.000 litros”, asegura la administración municipal.