La Guardia Civil de Tráfico ha detectado, durante un control de velocidad, a un conductor que circulaba a 211 kilómetros por hora en la autovía A-52, a su paso por el término municipal de Ribadavia, en Ourense, en un tramo que está limitado a 120.
Según informó la Benemérita, al conductor, un hombre de 28 años, vecino de Gondomar, se le instruyó un atestado en calidad de investigado por la posible comisión de un delito contra la seguridad vial.
Este tipo de infracción está tipificada como “grave o muy grave” por lo que acarrea sanciones de hasta 600 euros y la pérdida de hasta 6 puntos del permiso de conducir, dependiendo del caso. El Código Penal establece posibles penas de tres a seis meses de prisión y, en cualquier caso, a la privación del derecho a conducir por un periodo máximo de cuatro años cuando el conductor supera en 80 kilómetros por hora la velocidad permitida.
Esta nueva denuncia se produce poco después de que un conductor de Vigo, de 29 años, fuera interceptado el pasado domingo a los mandos de un Hyundai i30 que circulaba a 230 kilómetros por hora por la A-52, también a la altura de Ribadavia y también en un tramo limitado a 120.
De hecho, la Guardia Civil ha alertado de “un aumento” en los últimos meses de excesos de velocidad en menores de 30 años. Por este motivo, el subsector de Tráfico de la Guardia Civil de Ourense ha hecho un llamamiento a la prudencia tras advertir de las posibles consecuencias que acarrean estas infracciones.