Las investigaciones llevadas a cabo por el Puesto Principal de la Guardia Civil de Baiona-Nigrán se iniciaron en el mes de septiembre a raíz de la denuncia presentada por el propietario de la casa. Según se pudo comprobar, los autores entraron a través de una ventana y después de revolver varias estancias se llevaron, entre otros objetos, cuatro televisores, varios ordenadores portátiles, tres cámaras de fotos, cuatro relojes y algunas joyas.
Las pesquisas iniciales enseguida se centralizaron sobre el entorno social de la familia. El hecho de que los autores entrasen en la vivienda a pesar de que en la finca estuviese estacionado el vehículo de un miembro del hogar, que llevaba varios días fuera de la localidad, fue determinante para concluir que los autores conocían esta circunstancia.
Partiendo de esta hipótesis se inició una investigación sobre las personas que días antes del robo habían asistido a una fiesta que se había celebrado en la vivienda. De esta forma, se consiguió averiguar que uno de ellos había vendido dos objetos sustraídos en la casa -un reloj, que se pudo recuperar y una cámara de fotos- en una tienda de compraventa de objetos usados en Vigo.
En el registro del domicilio de esta persona, que compartía con su novia, en una céntrica calle de Baiona, la Guardia Civil pudo recuperar la mayor parte de los objetos que habían sido sustraídos, entre ellos: dos televisores de pantalla plana, un ordenador portátil, un reloj y diversas cadenas y pulseras de oro, además de cerca de 2.000 euros en efectivo.
La investigación del caso concluyó con la detención de I.A.T., de 32 años y la investigación de su novia A.C.D., de 27 años, como presuntos autores de un delito de robo en una casa habitada.
En el marco de la misma operación, la Guardia Civil le atribuye a I.A.T., la presunta comisión de otro delito de robo. En este caso, se trata de un reloj, de la marca Rolex, valorado en 4.000 euros, que había sido sustraído el día 20 de septiembre en los vestuarios de un gimnasio de Nigrán.
Las diligencias instruidas se entregaron en el Juzgado de Instrucción de guardia de Vigo, donde deberán comparecer los implicados cuando sean requeridos.