Los robos esclarecidos se venían produciendo desde finales del pasado mes de octubre, todos ellos en avanzadas horas de la noche y con idéntico modus operandi: rompía la lona que recubre las cabinas, facturaba el cristal con una piedra o una maza y retiraba el dinero que se encontraba en los cajones del cambio. Los daños materiales ocasionados por los destrozos causados en las cabinas superan los 1.200 euros.
Según informó este martes la Comandancia de la Guardia Civil, el primero de los robos se produjo el 31 de octubre del pasado año, en el que se denunció la sustracción de 108 euros; el segundo se había cometido la madrugada del día 4 de diciembre, con un botín de 140 euros y el tercero fue la noche del día 19 del mismo mes. En esta última ocasión no consiguió ningún dinero porque desde el segundo robo ya no se dejaban cambios por la noche en estas cabinas.
A través de las cámaras de seguridad del peaje se pudo observar que en los tres robos registrados era una persona sola la que actuaba, llegaba a la zona a pie, siempre a altas horas de la noche y en los tres casos, además del modus operandi, el autor respondía a la misma descripción física y vestimenta.
En base a la información obtenida, por los efectivos del Puesto Principal de Baiona-Nigrán, que se hizo cargo de la investigación, se establecieron varias líneas de investigación a través de las cuales se llegó a la identificación un vecino del mismo municipio como principal sospechoso. Las pesquisas concluyen con su detención cuando, después de varios días de seguimiento, se pudo localizar a esta persona vistiendo la misma ropa que llevaba el momento en el que supuestamente había cometido los robos.
El detenido reconoció en sede policial la autoría de los robos y quedó en libertad, pendiente de ser citado por la autoridad judicial competente.