El Templo Votivo del Mar de Panxón, una de las obras más emblemáticas del arquitecto Antonio Palacios, pasará en los próximos meses por un proceso de restauración para resolver las deficiencias y patologías que afectan especialmente a las vidrieras del templo, aunque no exclusivamente.
La Dirección Xeral de Patrimonio Cultural ha abierto el proceso de contratación de los trabajos, que cuentan con un presupuesto inicial de 298.911 euros (sin IVA) y la empresa que resulte adjudicataria tendrá un plazo de seis meses para ejecutar las obras. Estas serán cofinanciadas en un 60 por ciento por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional en el marco del Programa Galicia Feder 2021-2027.
Hace ya tres años, el Concello de Nigrán reclamaba a la Xunta de Galicia que incluyese al Templo Votivo en el Plan Turístico Xacobeo 21-22 lanzado por el Gobierno central para la restauración de monumentos para hacer frente a su grave deterioro.
En concreto, en las vidrieras existen fisuras en el mortero que une éstas con los muros y otras por corrosión de las armaduras que afectan tanto a las vidrieras como al rosetón de la fachada principal. También presenta un deterioro muy extendido de las baldosas de vidrio, con roturas generalizadas y vidrios reemplazados de factura muy distinta a la original.
En general, según se explica en el pliego, es «preocupante» la situación del hormigón de los elementos constructivos que conforman las vidrieras, los rosetones y los forjados de la torre.
Las causas del deterioro, aclara, están relacionadas sobre todo con el envejecimiento de los materiales y las filtraciones de agua que aceleran los procesos, sobre todo en el ambiente salino en el que se encuentra el edificio.
El objetivo de la restauración es resolver las necesidades de la estructura, llevando a cabo los trabajos necesarios para frenar el proceso de deterioro y corregir las patologías detectadas que ponen en riesgo la conservación del templo.
Para ello, se ejecutarán las actuaciones que figuran en el proyecto técnico, como dotar de estanqueidad a las fachadas del edificio, tanto a través de la limpieza, el saneado de juntas y el rejuntado de muros de fábrica de las fachadas, como la limpieza de vegetación, musgos y suciedad.
Otra de las medidas será la restauración de las carpinterías de la torre del campanario y ejecutar la propuesta piloto de carpinterías del muro sur, para hacer el seguimiento y determinar su viabilidad para extenderla al resto de vidrieras.
Al mismo tiempo, la intervención en las carpinterías incluye la incorporación de ventilación permanente en el templo y también se repararán los elementos estructurales de hormigón armado dañados por la corrosión del acero.
Templo Votivo Internacional do Mar
El Templo Votivo Internacional do Mar, localizado en la parroquia de Panxón, en Nigrán, está protegido por su valor cultural, ya que está incluido en el Catálogo do Patrimonio Cultural de Galicia.
Es obra del arquitecto Antonio Palacios Ramilo, natural de O Porriño, y se enmarca en términos estilísticos en el regionalismo gallego, con abundantes referencias historicistas, siendo una de las obras más destacadas de la arquitectura sagrada gallega reciente.
Construido en la década de 1930 en honor a la Virgen del Carmen, este edificio de estilo clásico presenta una planta en cruz latina, con una nave central, crucero y una ábside semicircular.
Su fachada principal está orientada al sudoeste y exhibe una composición clásica con un pórtico de entrada y un rosetón finalizado por una cruz en su extremo superior.
Las fachadas laterales tienen un carácter austero y carecen de más decoración que las almenas del final de cubierta. En el lateral norte se encuentra un pequeño cuerpo que alberga el baptisterio, mientras que en el lateral sur hay un pórtico de acceso sobre lo que se eleva la torre del campanario.
El encuentro de la nave principal con el crucero se resuelve con un gran ciborio sobre lo que se asienta una cúpula nervada finalizada por una semiesfera, visible tanto en el interior como en el exterior.
Desde un punto de vista plástico ofrece una imagen de templo fortaleza, potenciado por la organización de los volúmenes, las almenas a lo largo del perímetro de su cubierta, el tratamiento de las fábricas y su textura granítica sobria e irregular.
El edificio tiene una estructura de muros de fábrica de granito de hoja simple, con perpiaños y vigas irregulares, y sellado de juntas con mortero de cemento, que ya ha sido repuesto en algunas zonas.
La cubierta de teja árabe, sobre una estructura de rasteles de madera colocados directamente sobre la estructura de hormigón, con una configuración compleja con múltiples limas y encuentros complejos con los paramentos verticales y pretiles de remate.