El Real Monasterio de Oia ha sido testigo en sus más de 800 años de historia, de cómo sus monjes artilleros repelían ataques piratas, como sus dominios llegaban a Lisboa o como el terremoto que la asoló se sintió en esta comunidad monástica. Las tropas napoleónicas, los Jesuitas o los peregrinos insignes del Camino de Santiago también dejaron sus huellas.
Toda su historia se está poniendo en valor desde hace un tiempo a través de visitas guiadas, charlas, conciertos o talleres; y no solo a través de documentos y leyendas, sino gracias a sus piedras. De estas paredes se han rescatado los grafitos forjados durante los años que fue utilizado como cárcel. Ahora, los propietarios actuales de este inmueble único expondrán al público ese tesoro de la memoria colectiva tras un largo proceso de protección, estudio y restauración.
La muestra de algunos de estos testimonios, que se presentará de forma oficial el próximo sábado 16 de noviembre bajo el nombre «Os presos do Mosteiro. Memoria da Guerra Civil Española», es fruto de más de 1.500 horas de trabajo de un equipo especializado, y que ha contado con la supervisión de expertos de Patrimonio de la Xunta de Galicia. Todo dentro del que podemos considerar por volumen el trabajo más importante de recuperación de memoria histórica que se ha llevado a cabo en Galicia.
Los grafitos cuentan la historia de los encarcelados, mensajes indirectos que ahora se interpretan. Historias, inquietudes y deseos de personas. Por ello la propiedad homenajeará durante el evento a Joan Salvador, preso en el monasterio durante aquellos días.
De hecho, la muestra pretende ser un homenaje a la memoria de las más de 5.000 personas que fueron encarceladas en Oia entre los años 1937 y 1939. En ese tiempo, llegaron al Monasterio presos del norte de España, principalmente asturianos, cántabros y vascos en los primeros años, y catalanes, valencianos y mallorquines en los meses finales de la guerra. Sus angustias, el paso del tiempo, la guerra o los recuerdos de otros tiempos más felices fueron plasmados por los prisioneros en las paredes del monasterio, grafitos que la actual propiedad encontró en un estado de total abandono a su llegada. Para la exposición que ahora se inaugura, también han sido supervisados los materiales utilizados como soporte de los grafitos, así como la orientación de los paneles para evitar cualquier deterioro.
La propiedad del cenobio lleva trabajando en este proyecto más de una década, habilitando una nueva cubierta al estar la original colapsada, registrando y estudiando los escritos, recopilando testimonios de vecinos, y procediendo finalmente a la extracción, restauración y muestra. En estas labores en concreto se han invertido cerca de 300.000 euros para evitar la pérdida de una riqueza gráfica que forma parte de la historia del monasterio de Santa María de Oia, y por lo tanto de Galicia y España.
Los protagonistas
El 16 de noviembre tendrá lugar a mediodía el evento oficial de inauguración de la exposición, con autoridades y representantes del mundo cultural de Galicia, mientras que por la tarde, el monasterio volverá a abrir sus puertas para todos los vecinos de Oia que deseen visitar la exposición mediante visitas guiadas previa reserva. Además, en el acto de inauguración intervendrá Celia Casás, técnica responsable de la recuperación de los grafitos, quien hablará de todo el proceso.