A partir de este miércoles, España se desprenderá de la mascarilla en la mayoría de los interiores tras casi dos años de uso obligatorio, de forma que se mantendrá en los centros sanitarios, residencias y todo tipo de transportes y pasará a ser recomendable en eventos multitudinarios, aglomeraciones y personas vulnerables.
El Consejo de Ministros ha aprobado este martes un real decreto que modifica la norma del 20 de mayo de 2020 por la que los ciudadanos tuvieron que empezar a usar, a partir del día siguiente, el ‘cubrebocas’ en todos los espacios públicos además de en los transportes, en los que ya era obligatorio desde el día 4 de ese mes.
Lo que lo ha hecho posible, tres semanas después de que empezara una nueva fase de la pandemia sin aislamientos de leves y asintomáticos y con rastreo solo de los casos graves, es un «contexto epidemiológico favorable», con una «alta cobertura vacunal» del 92% en mayores de 12 años y un descenso de todos los indicadores y de la propia gravedad de la enfermedad, ha argumentado en rueda de prensa la ministra de Sanidad, Carolina Darias.
De esta forma, España se une a la larga lista de países que ya se han despojado del que se ha convertido en «uno de los elementos más simbólicos de la pandemia», como Francia, Alemania, Bélgica, Reino Unido o Países Bajos, entre otros. Mientras, algunos como Italia, Portugal o Grecia han optado por esperar algo más.
A la espera de saber si el texto que se publicará en el BOE concretará más, así es cómo quedará regulado con carácter general el uso de mascarilla en España, donde, no obstante, se hará una apuesta firme por hacer un «uso responsable» de la misma.
Las excepciones
– Trabajadores y visitantes de centros, servicios y establecimientos sanitarios deberán mantener el ‘cubrebocas’.
Entendiendo como tales los más de cien lugares contemplados en el real decreto 1277/2003, que establece las bases generales sobre autorización de centros, servicios y establecimientos sanitarios, entre ellos hospitales y centros de salud pero también farmacias, consultas médicas y de otros profesionales sanitarios, clínicas dentales, de reproducción asistida, de transfusión o de diálisis, entre otros.
No tendrán que llevarla, sin embargo, los pacientes que estén ingresados en estos lugares a menos que estén haciendo uso de espacios comunes.
– De la misma forma que los anteriores, tendrán que ponérsela los empleados y las visitas de los centros sociosanitarios, pero no sus habitantes, como es el caso de los mayores que vivan en residencias.
– Toda la población en todo tipo de transportes: aéreo, por ferrocarril o por cable y en los autobuses, también en el caso de los espacios cerrados de buques y embarcaciones en los que no sea posible mantener la distancia de 1,5 metros, salvo en los camarotes cuando sean compartidos.
Habrá que llevarla asimismo en todos los transportes públicos de viajeros, pero no en los andenes y estaciones.
¿Dónde dejará de serlo o se recomendará seguir usándola?
– En el entorno laboral, de manera general, no será preceptivo el uso de mascarillas. No obstante, la evaluación de riesgos del puesto de trabajo que hagan los servicios de prevención será la que permitirá tomar una decisión sobre las medidas preventivas adecuadas.
Preguntada insistentemente por la potestad de las empresas para obligar a sus trabajadores a llevar ‘cubrebocas’, y si temen por ello un aumento de la litigiosidad, Darias ha reiterado que «la norma general es que no lo serán», a menos que lo determine riesgos laborales en función del riesgo.
Con el objetivo de calcularlo, a partir de esta tarde, cuando la cierre la Comisión de Salud Pública, contarán con una actualización de una guía de actuación.
– En el ámbito escolar, «en ningún caso» será exigible la mascarilla; aun así, el «uso responsable» es otro de los factores que guían el real decreto, de manera que si un profesor está en situación de vulnerabilidad, será aconsejable que se la ponga.
Aunque Cataluña se ha adelantado un día y ya hoy los alumnos de primaria y secundaria han podido ir sin ella tras entrar en vigor este martes la resolución del Departamento de Salud.
– En el resto de lugares, y aunque las mascarillas dejen de ser obligatorias en espacios interiores, se recomienda su uso a todas las personas vulnerables: inmunodeprimidos, mayores de 65, enfermos con patologías de riesgo o embarazadas.
De igual manera, se aconseja en eventos multitudinarios, entornos familiares y reuniones o celebraciones privadas, según la vulnerabilidad de los participantes.