Vigo desplegará por los bares, restaurantes, cafeterías y hoteles una quincena de “rastreadores de la hostelería”. Así los ha denominado el alcalde de la ciudad, Abel Caballero, aunque su labor no será perseguir potenciales positivos de Covid-19 entre los establecimientos –cuando reabran al público- sino supervisar que se cumple la normativa sanitaria.
Además de recoger las inquietudes de los locales y de asesorar e informar a los propietarios, su trabajo pasará principalmente por vigilar que se respetan las distancias de seguridad y que los clientes no permanecen en su interior o en las terrazas con la mascarilla retirada. Los consumidores pueden quitársela para beber o comer algo pero normalmente no se la vuelven a poner al terminar esa ingesta. Este es el punto en el que quiere incidir el Concello. El propio alcalde ha insistido mucho en ese asunto a lo largo de toda la crisis sanitaria y ahora se reforzará la labor que efectuaba la Policía Local.
“Vamos a pagar a unas personas, que se van a formar enseguida, para que vayan por los sitios diciendo a la gente que se ponga la mascarilla. Que es sólo dar el sorbo. Tienen que hablar con la mascarilla puesta aunque sean convivientes”, explicó Abel Caballero en el programa que tiene en Televigo.
El Ayuntamiento destinará unos 50.000 euros a la contratación de este personal, que desarrollará sus tareas a lo largo de tres meses. Será el propio sector quien los forme y los seleccione. Durante ese tiempo recopilarán información sobre el cumplimiento que se detecta en cada local y, en función de los resultados, se concederán distintivos que acrediten qué establecimientos son más seguros desde un punto de vista sanitario.