El Ifevi puso fin este miércoles a cuatro días y medio de cribado. Y el balance de la iniciativa promovida por la Consellería de Sanidade en la ciudad de Vigo –que luego se extendió a vecinos de Ponteareas y Salvaterra de Miño– concluyó con la realización de 20.970 test de antígenos, que detectaron 24 positivos en total. Esto implica una tasa de infección del 0,11%, aunque hay que recordar que estos resultados deben ser luego corroborados con una PCR.
La intención inicial del Sergas pasaba por llegar a 22.000 personas, luego a 27.000 y finalmente a 32.000. Sin embargo, el radio de acción se quedó más corto de lo esperado. Finalmente, se convocó a 34.252 pacientes potenciales, de los cuales acudieron el 61,2%. Como se ha venido diciendo estos días, los motivos para no aparecer en el cribado son variados. Además de la falta de voluntad, juegan un papel importante la disponibilidad horaria o laboral, ya que muchas Sanidade confirma la hora con escasa antelación y modificar la cita resulta muy complicado.
La participación y la baja tasa de positividad han cuestionado la valía de estos cribados, que también se han llevado a cabo estos días en otros puntos de Galicia como A Coruña. El conselleiro, Julio García Comesaña, tuvo que salir al paso de estas críticas durante su comparecencia de este miércoles. En ella, defendió estas acciones porque sirven para detectar, por pocas que sean, personas asintomáticas, que representan un gran riesgo para la población sana.
Para seguir cribando a la ciudadanía en general, este jueves comienza un proyecto piloto para que las farmacias de Vigo y el resto de la provincia proporcionen kits de diagnóstico a través de saliva. El sistema se probará durante los próximos días en tres establecimientos de la ciudad olívica y otros tres de Pontevedra. Si, como se espera, todo va bien se extenderá la semana que viene a todas aquellas boticas que se quieran adherir a la iniciativa.
La población diana establecida –unos 100.00 habitantes- está formada por personas de entre 40 y 64 años. Para poder someterse a estos test, es imprescindible que cada paciente potencial no presente síntomas, que no esté aislado por haber tenido un contacto estrecho con un positivo, que no haya obtenido un resultado positivo por PCR en los últimos tres meses, que no esté en una residencia o sea trabajador de un centro de este tipo, que no reciba cuidados paliativos y que no esté inmovilizado. Se contempla aumentar el rango de edades en el futuro.
Una vez que se recoge el kit en la farmacia, que está monitorizado con un código de barras, cada persona debe introducir en el tubo que lleva incluido una muestra de saliva a primera hora de la mañana, en ayunas y sin haberse lavado los dientes antes. Se debe entregar 1 mililitro de saliva -hasta una marca que tiene el tubo- y sin mucosidad. Posteriormente, se lleva a la farmacia (antes de las 10.30 horas) y el profesional de la botica lo recogerá y lo validará para trasladarlo al laboratorio. Allí se analizará mediante PCR y ‘pooling’. Si el resultado es negativo, se informa a la persona por SMS. Si es positivo, se contactará por teléfono para hacerle una PCR nasofaríngea y confirmar el diagnóstico.