El Servicio de Medicina Intensiva del Chuvi ya ha tratado con la técnica ECMO -circulación por membrana extracorpórea- a su paciente número 100. Se trata de un equipamiento técnico que realiza las funciones del corazón, de los pulmones o de ambos órganos al tiempo.
Según explica el intensivista Nacho Chico, “los resultados son muy satisfactorios ya que de los 100 pacientes tratados con esta terapia, que estaban prácticamente desahuciados, conseguimos salvar la vida a 70. Sin duda, es la técnica más eficaz y esperanzadora para aquellos enfermos muy graves, y la que más ha cambiado los pronósticos y los índices de supervivencia de la UCI desde la ventilación mecánica”.
El objetivo es que el pulmón y el corazón se recuperen de sus lesiones mientras una máquina realiza alguna de sus funciones. “Tiene unas indicaciones muy concretas, para pacientes con enfermedad respiratoria o cardíaca grave, o en parada cardíaca, cuando el resto de las terapias convencionales han fracasado. Entonces es cuando nos plantexamos esta técnica. La máquina en sí misma no cura, pero posibilita sustituir la función de los órganos mientras se recuperan o se trata la enfermedad causal”, asegura el doctor Chico.
Esta terapia consiste en la extracción de la sangre del paciente, para hacerla pasar por una máquina que la oxigena, y posteriormente retornarla al sistema circulatorio. La sangre extraída a través de una cánula conectada a la vena femoral, en la ingle, y vuelta al cuerpo por otra cánula introducida en la vena yugular del cuello o en la arteria femoral, según la modalidad de ECMO utilizada. Así, toda la sangre del cuerpo humano (unos 5 litros) circula en 1 minuto a través de este circuito externo. “Es una técnica muy especializada y que requiere de un trabajo multidisciplinar, por lo que colaboramos junto con otros servicios como cirugía cardíaca”.
Formación específica
El primer paciente tratado con ECMO en la UCI del Álvaro Cunqueiro fue a mediados del 2016. La puesta en marcha de esta novedad técnica requirió que algunos profesionales del equipo hayan recibido formación previa específica en su manejo, y estuvieron formándose en algunos hospitales con mayor experiencia en el empleo de esta técnica, en París, Sano Diego o Sydney.
Posteriormente, se convirtieron ellos en formadores, ayudando a la implantación del ECMO en otros centros de Galicia. Su entrenamiento y experiencia motivó que hayan sido requeridos de otros hospitales para realizar esta técnica. Así el equipo vigués se desplazó hasta a las Unidades de Cuidados Intensivos de los hospitales públicos de Pontevedra y Ourense, donde canularon a 13 pacientes.
Seis pacientes Covid tratados con estas terapias
En lo que va de pandemia, en la Unidad de Cuidados Intensivos llevan tratado con estas técnicas de circulación extracorpórea a seis pacientes con Covid-19. La infección por este coronavirus produce un cuadro llamado distrés respiratorio agudo severo. Sin embargo, los intensivistas tienen constatado que la reacción inflamatoria que provoca la Covid en los pulmones es, en ocasiones, diferente al distrés clásico ya que, en general, los enfermos presentan una oxigenación aceptable pero tienen incapacidad para eliminar el dióxido de carbono de la sangre.
Una elevada concentración de CO2 es un factor de muy mal pronóstico, asociado a una mayor mortalidad. En este contexto, el servicio de Medicina Intensiva puso en marcha, en octubre del pasado año, una nueva terapia para estos pacientes. Se trata de una técnica extracorpórea de lavado de dióxido de carbono (CO2), similar al ECMO, y conocida cómo ECCO2 R.
Es un sistema de soporte respiratorio que es capaz de mimetizar el funcionamiento del pulmón. La diferencia fundamental con el ECMO es que busca una finalidad diferente -eliminar el CO2 y no tanto oxigenar- por lo que necesita menos flujo de sangre y, en consecuencia, las membranas utilizadas son más pequeñas, empleando una suela cánula extractora, también más estrecha, y disminuyendo así la necesidad de anticoagulación. En general, es una técnica menos invasiva que el ECMO, y disminuye considerablemente el riesgo de complicaciones.