Alberto Núñez Feijóo ha ofrecido este viernes nuevas pistas sobre las restricciones que la Xunta implantará la próxima semana, tal y como se esperaba ante la evolución de la tercera ola de la pandemia. No obstante, el mandatario gallego ha utilizado un lenguaje ‘encriptado’ para no adelantarse a la reunión que mantendrá el lunes el comité clínico y seguir enviando el mensaje de que son los expertos y no los políticos quienes toman las decisiones.
Aun así, el jefe del Ejecutivo autonómico reconoció que “lo cierto es que esas medidas se están estudiando y las vamos a implantar en los primeros días de la próxima semana”. Por tanto, habrá que esperar para conocer su “exactitud y alcance”. Esas restricciones, según declaró, incidirán en la “movilidad” entre ayuntamientos y en “determinados comportamientos que tienen una mayor interacción social”. Sin ofrecer más detalles, Feijóo avisó de que se pondrán en marcha “herramientas” que afectarán “aún más si cabe a la hostelería, a la práctica del deporte e incluso al aislamiento municipal”.
Para ello, el presidente gallego se escudó en la negativa del Ministerio de Sanidad a ampliar de forma inmediata el horario del toque de queda. Salvador Illa se comprometió a estudiar la propuesta planteada por varias comunidades autónomas, entre ellas Galicia, pero pidió tiempo. Esa demora no convence a Feijóo, quien inicialmente se había opuesto a esta medida. Ahora sostiene que, al no poder adelantar el toque de queda, es necesario recurrir a esas “otras herramientas”.