El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, ha reconocido este martes que tiene a su alcance la posibilidad de implantar en Galicia el estado de alarma, cuyo fin criticó con vehemencia en las últimas semanas, y además ha asumido que lo tendría que pedir si la situación epidemiológica empeorara de forma “intensa”. El mandatario gallego, que al igual que muchos responsables autonómicos reclamó un marco jurídico para gestionar la pandemia, no descartó la posibilidad de regresar a ese estado de alarma durante una entrevista concedida a Telecinco.
“Es evidente que si en Galicia no pudiésemos controlar la pandemia y estuviésemos en una ola intensa de ingresos hospitalarios, de mortalidad y de incidencia de contagios, y el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia no aceptase las propuestas del Gobierno autonómico y tampoco lo hiciese el Supremo, evidentemente por responsabilidad tendría que valorar la posibilidad de pedir un estado de alarma”, declaró. Así pues, Feijóo condiciona esa opción de regresar al escenario previo al 9 de mayo a dos requisitos: un nuevo descontrol de la pandemia y la negativa de los jueces a aplicar las medidas necesarias para combatir la situación.
Sin embargo, en estos momentos el escenario epidemiológico en Galicia es muy diferente. La mortalidad ha caído radicalmente y los ingresos hospitalarios no están en niveles especialmente preocupantes. Además, el área sanitaria con mayor incidencia acumulada en 14 días es la de Vigo, con 121 casos nuevos por cada 100.000 habitantes, un nivel aceptable dentro de lo que cabe.
En todo caso, el presidente de la Xunta volvió a defender la necesidad de disponer de una ley orgánica que permita “gestionar una pandemia” en lugar de recurrir a “situaciones excepcionales” contempladas en la Constitución Española como el estado de alarma. Además, puso de relieve las contradicciones que observa entre los tribunales de las diferentes regiones. “No tiene ningún sentido que ante incidencias del virus muy bajas, como Baleares o Valencia, se acepte el toque de queda y en lugares con incidencia alta no”, destacó.
En el caso de Galicia, el TSXG todavía no se ha pronunciado de forma clara sobre el contexto legal publicado hace unos días en el DOG. No obstante, sí han trascendido algunas opiniones informales a favor de la normativa aprobada por la Xunta. Ese marco establece el confinamiento perimetral de ayuntamientos con la incidencia acumulada disparada (más de 500 casos nuevos por 100.000 habitantes en 14 días), donde también se mantiene el toque de queda, el cierre de la hostelería y la prohibición de reunirse con personas no convivientes en cualquier momento del día. En el resto, este último veto se ciñe a la madrugada (entre las 01.00 y las 06.00 horas) y no se aplican el resto de restricciones.
Sobre las aglomeraciones vividas en muchas ciudades españolas, Feijóo recordó que esa situación no se produjo en Galicia. Según dijo, debido al mal tiempo que hizo en la noche del sábado al domingo. De todos modos, mostró su sorpresa por la falta de previsión de los mandos policiales. A su entender, se podía haber intuido que la gente saldría a la calle de forma descontrolada y, en consecuencia, se podía haber evitado que se dieran escenas como las del pasado fin de semana.