El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, ha vuelto a referirse este jueves a las decisiones que se tomarán la próxima semana para aliviar las restricciones sanitarias vigentes. El mandatario gallego ha insistido en que no se levantarán todas las limitaciones de golpe y que la desescalada de la tercera ola será “gradual” y “proporcional”. Además, ha concienciado a la población sobre el nuevo escenario: “Lo que es evidente es que no vamos a volver a situaciones anteriores”, declaró.
Tanto él como el conselleiro de Sanidade, Julio García Comesaña, avisaron este miércoles de que era “poco procedente” adelantar el contenido de las medidas porque se hacía necesario analizar los datos del fin de semana durante la reunión del comité clínico, que se celebrará el lunes 15 de febrero. Feijóo ha confirmado que ese mismo día –en ocasiones se espera al día siguiente- se darán a conocer las restricciones que regirán a partir de la próxima semana.
Cabe recordar que las actuales limitaciones fueron pensadas para mantenerse activas durante al menos tres semanas y serían revisadas poco antes del 17 de febrero para dilucidar su continuidad o no. Por ahora poco ha trascendido al respecto pero las últimas palabras del conselleiro invitaban a pensar en una vuelta a las aulas en las universidades y en una reapertura de la hostelería, aunque sin estar claro a qué nivel.
Feijóo ha revelado este jueves que el lunes se sabrá “en qué medida, poca o mucha, hay un levantamiento” de las medidas de protección contra el coronavirus. Aunque la situación epidemiológica ha mejorado bastante en las últimas semanas, sigue siendo mala. “Queda una parte importante hasta volver a una situación óptima”, advirtió. Por ejemplo, los casos activos siguen por encima del pico de la segunda ola y la presión asistencial en los hospitales continúa siendo elevada, sobre todo en las UCI. Además, la incidencia acumulada se mantiene por encima de los 250 casos por cada 100.000 habitantes, es decir, en el nivel de alerta roja.
El presidente ha recordado que una de las grandes esperanzas para que bajen notablemente los ingresos y la mortalidad se encuentra en la vacunación de las personas mayores de 80 años, colectivo especialmente afectado por la pandemia. Este proceso de inmunización comenzará la última semana de febrero y, en el peor de los casos, se prolongará hasta principios de mayo.