«Muchos compañeros ya han cerrado, las ayudas no llegan, seguimos pagando impuestos religiosamente y aún encima los titulares aseguran que la hostelería está recibiendo ayudas, es una vergüenza». La hostelería de Vigo ya está harta, no soportan más la situación que viven desde hace meses y este sábado decidieron lanzarse a la calle para protestar. Las condiciones de apertura, con importantes restricciones y horario hasta las 17:00 horas, son insostenibles para la mayoría de ellos.
Así, las nuevas rampas mecánicas se convirtieron por primera vez en el escenario de una manifestación de protesta en la ciudad. La Avenida de Gran Vía fue el punto final a la marcha que realizaron decenas de hosteleros, ataviados con paraguas negros y chalecos amarillos, desde las 6 de la tarde.
Concentrados en la Porta do Sol al grito de «la hostelería no es el problema», marcharon por la calle de Príncipe, Urzaiz y subieron en las cintas mecánicas para finalizar su protesta en la Praza de España. Piden soluciones y alertan de que las ayudas no les han llegado para sobrevivir a la situación.
No será la única manifestación del sector este mes de diciembre, puesto que el próximo martes habrá una nueva marcha, esta vez en vehículo, para protestar por la situación de la hostelería. En esta ocasión la convocatoria es de la asociación de comerciantes Zona Náutico y el recorrido se iniciará en Samil a las 11:00 horas.
La caravana circulará en dirección al centro de Vigo y recorrerá gran parte de la ciudad hasta finalizar en el monte de O Castro, donde se leerá un manifiesto en favor de la adopción de medidas de contención de la pandemia, en las que «priorizando la salud de las personas – clientes de los locales se contemplen medidas que permitan seguir con la actividad del sector turístico, comercial y del taxi así como ayudas e incentivos económicos para mantener la viabilidad de las explotaciones».