Inspectores de salud pública diseñarán un plan para vigilar que la hostelería de Galicia cumple con lo que firmarán en su declaración responsable una vez se ponga en marcha el nuevo modelo por niveles que la Xunta y el sector han seguido negociando este miércoles, sin que de momento hayan conseguido cerrar todos los flecos. Según ha informado el conselleiro de Sanidade, Julio García Comesaña, ambas partes celebrarán otro encuentro el viernes con la intención de llegar a un consenso “a principios de la semana que viene”. A continuación, el documento sería “validado” por el comité clínico.
Comesaña, que preveía inicialmente aprobar el protocolo esta semana, ha defendido que se esté avanzando “con prudencia” porque se trata de un “modelo estable”, que es necesario “ajustar” para que perdure en el tiempo dado que el objetivo es “no depender de la situación epidemiológica de cada concello”. “Estamos seguros de que llegaremos a un documento de consenso”, ha sostenido el conselleiro.
Por su parte, el vicepresidente primero de la Xunta, Alfonso Rueda, que también está negociando los detalles con Sanidade y el sector, ha recalcado que “lógicamente y necesariamente va a haber un sistema de inspección”. Según ha explicado, la Xunta “como promotora del sistema” es la primera que tiene que garantizar su funcionamiento y ha anticipado “consecuencias” para quienes incumplan, “empezando porque no podrán estar disfrutando de los aforos y el sistema de funcionamiento al que te obliga ese nivel del que has hecho esa declaración responsable”.
Para controlar su cumplimento, Rueda ha adelantado que el Gobierno gallego pedirá la colaboración de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, tal y como hizo para tratar de controlar los botellones, en cuya notable disminución tuvieron “muchísima” responsabilidad. También se le pedirá a las asociaciones de hostelería que echen una mano en concienciación y vigilancia porque, según Rueda, será una “tarea de todos” pese a que esas labores de inspección sean dirigidas desde el Gobierno gallego.
En todo caso, Rueda ha mostrado su confianza en la colaboración del propio sector porque con este sistema, ha dicho, “el resultado que se consigue es que todo el mundo, con diferentes niveles de aforo e intensidad, pueda trabajar y que nadie más tenga que volver a cerrar, que es lo que los hosteleros piden en primer lugar”.
En cuanto a la puesta en marcha de este nuevo sistema, Rueda ha dicho que quedan “flecos” por cerrar, pero que en todo caso entrará en vigor este mismo mes de septiembre. “Estamos acabando de perfilar ese nuevo modelo de funcionamiento de la hostelería, que queremos tenga estabilidad una vez termine el periodo más intenso del verano y de aquí en adelante con independencia de la situación sanitaria”, ha explicado el vicepresidente.
Uso de las barras y sin certificado
Uno de los asuntos que está “prácticamente incorporado” en el documento es el uso de las barras. Este aspecto ha sido fuertemente reivindicado por la hostelería. Según Comesaña, se puede dar por hecha esa inclusión “en determinadas condiciones” que no ha concretado. Lo que no se contempla es el ‘certificado covid’. Al haber sido anulado por el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia, se esperará a que el Tribunal Supremo se pronuncie sobre su validez.
Mientras, todavía existen diferencias en “las cantidades de los aforos” que corresponderían a cada nivel, así como en “las medidas que se deben implantar en ciertos niveles”. En todo caso, el conselleiro ha asegurado entender la “imposibilidad” que alega el sector a la hora de introducir algunas propuestas de la Xunta. No obstante, apela a seguir trabajando en buscar un punto de encuentro. Por otra parte, está prevista para la próxima semana otra reunión con el ocio nocturno para “analizar su situación específica”.