Julio García Comesaña (Vigo, 1968) recibe a VIGOÉ en el Hospital do Meixoeiro durante el Día de los Trabajadores. La elección de la fecha es fortuita pero esa coincidencia sirve para destacar que probablemente estemos ante el gallego que menos descanso ha tenido en su puesto en los últimos ocho meses, desde que tomó posesión de su cargo. Obviamente, el conselleiro de Sanidade tira de modestia, lo niega y repasa la lista de candidatos a este paradójico mérito. “El personal de los cribados, los que están vacunando, los gerentes de las áreas sanitarias, los equipos directivos y todos los profesionales sanitarios que están cubriendo turnos y turnos…”, enumera de corrido. La casualidad también refleja fielmente que una persona que tiene que lidiar con una pandemia no entiende de libranzas, aunque antes de la entrevista haya sacado tiempo para salir a correr, una de sus aficiones. El recorrido denota que Comesaña no cambia el chip. De su casa de Candeán hasta el Ifevi, para echar un vistazo a cómo transcurre la jornada de vacunación en el dispositivo especial montado en el recinto ferial. La pasión se mezcla con la obligación un sábado festivo de primavera.
¿Cuántas horas de media duerme al día?
Las justas.
El día que más horas ha dormido en los últimos ocho meses, ¿cuántas fueron?
No suelo dormir mucho. Es raro que duerma más de 6 horas. Entre 6 y 7, el día que más.
En este tiempo que lleva como conselleiro, ¿de qué decisiones se siente más orgulloso y cuáles cambiaría?
Es difícil. No sería una decisión puntual. Serían toda la estrategia de vacunación, la apuesta por la atención primaria, la parte tecnológica que está detrás, el modelo de funcionamiento en red y coordinado con los gerentes y los equipos de enfermería, con los que tenemos muchas reuniones… Esa forma de trabajar es muy positiva.
¿Y la peor decisión?
Siempre que se le pide a la ciudadanía de un concello o de toda Galicia que tomen medidas importantes. Pedir a la gente que limite la movilidad y bajarla hasta las diez de la noche o cerrar los locales de restauración y los centros comerciales es complicado. Y siempre que alguien te traslada la necesidad de vacunar a una persona y le tienes que decir que seguimos una estrategia concreta y que hay que esperar, que la edad es el criterio más importante. Y por supuesto cuando tenemos que comunicar un fallecido. Eso es tremendo.
Esas son decisiones duras, pero ¿hay alguna que de la que se arrepienta?
Desde hace tiempo nosotros hablamos del ‘Capitán a posteriori’, esa persona que llega y dice “esto había que haberlo hecho así”. Muchas veces uno lo piensa, si hubiese tenido toda la información. En algunas desescaladas, en general, uno puede pensar que si hubiera sido más prudente… O cuando das pasos hacia adelante y luego tienes que dar marcha atrás. Piensas que si hubieras aguantado un poco más las restricciones a lo mejor… Sobre todo piensas que quizás alguien no hubiera muerto y eso te molesta.
Empezando por lo más reciente, la reunión de la Comisión Nacional de Salud Pública decidió este viernes por mayoría ampliar de 12 a 16 semanas la administración de la segunda dosis de AstraZeneca en los menores de 60 años. Se supone que esto no afectará a ese gran objetivo de llegar al 70% de inmunizados a finales de agosto. ¿Nos mantenemos en esa fecha entonces?
Sí. La decisión se ciñe a los menores de 60. La planificación para los mayores de esa edad pasa por ponerles la segunda dosis de AstraZeneca en 12 semanas. Lo que se está haciendo es esperar a que el ensayo clínico que se está desarrollando confirme que se pueden combinar dos dosis diferentes. Nosotros éramos partidarios de poner la segunda dosis tal y como estaba previsto inicialmente pero acatamos la decisión de la mayoría, aunque no fue por consenso.
Galicia tiene una población muy envejecida y ahora se está poniendo énfasis en la vacunación a mayores. ¿Hay algún concello pequeño con población tan mayor que esté en porcentajes muy altos de pauta completa? Se habló del caso de Larouco. Dentro del área sanitaria de Vigo pienso por ejemplo en Mondariz-Balneario, Fornelos de Montes o Crecente.
El cien por cien de los mayores de 80 años que aceptaron vacunarse –hay un pequeño porcentaje que no- ya tienen la primera dosis y algunos las dos. Y en mayores de 70 estamos haciendo un avance muy importante, muchos con segunda dosis. Pero ningún concello del área sanitaria de Vigo está en esa situación. El porcentaje más alto lo tiene Crecente. Allí ha recibido al menos una dosis el 43% de la población. En la ciudad de Vigo, el 26%.
¿Cómo de pequeño es ese porcentaje de renuncias que menciona?
En mayores de 80 años, empezó siendo de casi el 3%. Pero quiero agradecer la insistencia de la gente que está citando a las personas de este colectivo, porque ha insistido y ahora estamos por debajo del 1%.
Entiendo que ningún ayuntamiento o área sanitaria podrá tener medidas especiales de desescalada una vez que alcance el 70%.
Ahora mismo, no. Ese es un debate que está encima de la mesa del Parlamento Europeo y de muchos gobiernos. Según vaya avanzando el porcentaje de vacunación nos lo plantearemos.
Israel, por ejemplo, ya ha retirado la obligación de usar mascarilla al superar el 50% de inmunizados. ¿Se imagina que eso pueda ocurrir en Galicia?
No tenemos datos para decir que vaya a ser así ni vamos a decir cuándo. Pero es verdad que va a llegar muy pronto y de forma precipitada. Leía esta mañana que Emmanuel Macron ha dicho que a partir de junio todos los franceses se podrán apuntar libremente a vacunarse porque el objetivo es que en julio desaparezcan las restricciones. Yo creo que eso se va a vivir con celeridad. Probablemente porque hay muchas ganas e inquietud por que eso sea así.
En lo que respecta a las restricciones, entiendo que hemos llegado a un punto de no retorno y no habrá restricciones más duras, ahora todo será avanzar. Actualmente estamos en un momento de mover ayuntamientos de nivel y que se aliviarán las limitaciones cuando sea posible. ¿Es así?
Deseamos que sea así pero, siendo prudente, diría que lo vamos a tener que mantener a escala más local, de forma más quirúrgica, como hicimos el verano pasado. Con un porcentaje alto de la población vacunada, las restricciones serán más a escala local. Como sabemos todos, la vacuna no elimina el 100% de los contagios, por tanto seguirán produciéndose casos. Nos ha pasado en una residencia de Chantada, donde se han dado positivos en gente vacunada, pero con mucha menos repercusión sanitaria. Va a seguir habiéndolos, van a estar ahí y habrá que controlarlos. Serán escenarios más locales pero con restricciones similares a las que estamos utilizando ahora.
Evidentemente, este martes el comité clínico no va a tomar ninguna decisión de aligerar medidas. ¿Pero en las próximas semanas?
Nosotros tratamos de trabajar con varias semanas de antelación por si hubiera que preparar algo relacionado con la normativa. Las hipótesis sobre qué va a pasar cuando lleguemos a cierto porcentaje de vacunación se plantean, están encima de la mesa y siempre se estudian. La semana que viene vamos a vacunar a 245.000 personas y eso nos colocará, a principios de la semana siguiente, con un importante número de ciudadanos mayores con al menos una dosis. A lo mejor eso sí nos lleva a pensar en algún tipo de cambio pero de momento la previsión es seguir en la misma línea.
¿Qué sector o ámbito será el siguiente que note la desescalada?
Nosotros tenemos una gran duda con la limitación de movilidad nocturna y con los cierres perimetrales a partir del 9 de mayo. Y eso no obedece a motivos epidemiológicos sino a motivos administrativos. Ese va a ser un cambio importante porque funciona razonablemente bien y en Galicia la gente se recoge a las once de la noche y es difícil ver un coche por la calle. Si eso desaparece, va a ser un cambio importante.
¿Qué puede esperar la ciudadanía gallega una vez que se termine el estado de alarma? No habrá toque de queda, no habrá cierre perimetral de Galicia y no se pueden limitar las reuniones. Dando por hecho que la Xunta no va a tener las herramientas que desearía para establecer restricciones, ¿qué mecanismos se usarán?
Tendremos que recurrir a los mecanismos que tuvimos en el pasado y que funcionaron. A proponer, argumentar y acudir al Tribunal Superior de Xustiza de Galicia para judicializar las decisiones sanitarias. No nos queda más remedio. Desde luego, no vamos a renunciar a poner sobre la mesa las medidas adecuadas para que la transmisión de la pandemia siga estando en los niveles tan aceptables que ha tenido siempre.
A efectos prácticos, ¿cómo le va a afectar a la gente? Imagino que se implantarán cierres municipales y se mantendrán los aforos limitados. ¿Algo más?
Intentaremos seguir utilizando las herramientas que hasta ahora con una forma más complicada y menos segura jurídicamente. Pero no vamos a dejar de proponer ninguna medida de las que hemos propuesto hasta ahora. Dependeremos del TSXG, le haremos pasar un trabajo adicional que no debería tener pero vamos a seguir proponiendo las medidas que creemos oportunas y que vemos que han funcionado.
¿Temen un repunte de los contagios por el fin de restricciones como el toque de queda?
Nosotros, con una incidencia acumulada en 14 días cercana a 100, seguimos tomando medidas. Esto no ha acabado. Tenemos 45 pacientes ingresados en las UCI y un número no pequeño en planta. Y sigue muriendo gente. La perspectiva es mejor con la vacunación pero esto no ha pasado. Si no tomamos medidas y dejamos que todo siga su curso, sí que habría un repunte, evidentemente.
Por estas fechas las administraciones locales suelen programar el verano: conciertos, fiestas locales, playas… ¿Qué pueden saber a día de hoy sobre cómo será el verano y qué podrán hacer?
Estamos trabajando con la Consellería de Educación y Cultura para definir los requisitos para organizar conciertos o verbenas. Estamos trabajando en un documento que permitirá, siempre ligado a la situación epidemiológica, desarrollar estos eventos. Ahora, por ejemplo, se está permitiendo el acceso a partidos de fútbol y trasladaremos esas situaciones a estos otros ámbitos para dar certidumbres para planificar el verano. El avance de la vacunación y las medidas que estamos implantando ayudarán.
Sobre los conciertos, ¿qué le parece el caso Love of Lesbian? ¿Se podría hacer algo similar en Galicia?
Estamos trabajando con el sector en una prueba, no con antígenos, sino en una prueba que luego pueda ser reproducible. Hacer antígenos a todos los que entran en un concierto de forma rutinaria no es muy práctico, aparte del valor de pruebas como los antígenos. Estamos trabajando en mecanismos y requisitos que nos permitan celebrar eventos con cierta garantía. Nosotros ponemos mucho acento en las entradas y salidas de los locales, en la ventilación y en la trazabilidad. Hemos tenido experiencias desagradables a la hora de intentar saber quién estuvo en un evento; hace poco tuvimos que pedir ayuda a través de la prensa para saber quién había estado en una fiesta determinada. Si uno va a un evento, tiene que asumir que tiene que dejar su traza para luego ayudar a otros. Y si es al aire libre, todo es mucho más fácil. Estamos trabajando en esa línea, como hemos hecho con la restauración que abre hasta las once de la noche. Al final se trata de ventilación, trazabilidad, registro de entrada y distancias.
Sobre el público en los partidos de fútbol. La Segunda B y la Tercera División pueden tener. Primera División y Segunda no pueden. Parece contradictorio y además no para de haber bandazos. En principio Galicia está a favor pero no depende solo de la Consellería.
Nosotros, a raíz de las informaciones que salían en la prensa, preguntamos al Ministerio de Sanidad si tenían intención de dejar entrar al público en los partidos de Primera y Segunda División. A nosotros nos parece bien que se recupere poco a poco cierta normalidad pero sobre todo tiene que haber un criterio rector homogéneo. Probablemente ahora no lo hay y no sería razonable que el criterio que utilizamos para la Segunda B sea diferente para Primera. La petición del CSD rompía esa homogeneidad y no me parece mal que se haya pospuesto. Si la clave es mantener distancias, entradas, puertas de acceso y un límite máximo por superficie, debe aplicarse también en Primera División. Si es así, estaremos a favor. Si lo que nos plantean para Primera División es muy distinto a lo que tenemos en Segunda B, diremos que no nos parece coherente.
¿Qué siente cada vez que pasa por delante de un local de hostelería y ve gente charlando sin mascarilla?
Alguna vez me ha pasado y algún fin de semana tuvimos que salir a decirlo en público y la cosa mejoró. Todo esto ha tenido momentos y a veces hay cosas que cuesta seguir. La población también está agotada y ha habido cambios sobre el criterio con las mascarillas. Siempre pienso que algo hemos hecho mal para que la gente no las utilice. Pero nos hemos reunido muchas veces con el sector y me consta que ellos también están ayudando.
¿Y cada vez que escucha noticias sobre fiestas ilegales? ¿Se le cae el alma a los pies o a estas alturas ya ha hecho callo?
No, eso me sigue sorprendiendo. Creo que son pocos casos, porque si fueran muchos estaríamos viendo peores situaciones todos los días. No tengo conocimiento de que eso ocurra en mi entorno, quizás porque nadie me lo ofrece [se ríe], y deduzco que no es lo habitual. Repito lo de antes, la gente está muy cansada. Lo que me preocupa, y hay que tomar medidas en ese sentido, es el hecho de que vacunemos a la gente mayor y eso signifique que la gente joven piense que ya no importa tanto. Quiero aprovechar para decir que seguimos teniendo gente joven en las UCI y hay mucha gente joven con secuelas. Y aunque estén vacunados nuestros abuelos o nuestros padres les podemos contagiar. La eficacia de las vacunas es muy alta pero no es del 100%. Que nadie piense que al tener vacunada a la familia ya puedo hacer lo que quiera. Eso sería un error tremendo que no nos podemos permitir.
Hay comunidades autónomas como Madrid que están vendiendo que en ellas hay libertad en este contexto de pandemia, en contraposición con el resto de territorios. ¿En Galicia no hay libertad?
En Galicia hemos pedido un esfuerzo grande a la población que parecía impensable. Ahora mismo la gente se va a su casa a las once de la noche. ¿Eso es o no libertad? Yo creo que la mayor parte de la gente hace con convencimiento. Yo no diría que no hay libertad en Galicia, por supuesto. Diría que en Galicia que se toman decisiones explicadas y basadas en la evidencia, con el asesoramiento de personas con nombres y apellidos que se reúnen dos veces a la semana. Y no hemos tenido problemas graves de indisciplina. Se han explicado bien las cosas, en todas las ruedas de prensa se detallan las medidas y la gente las está entendiendo y las está respetando. La situación de otras comunidades hay vivirla desde allí, el porcentaje de personas que ha pasado la enfermedad en Madrid es mucho más alto que en Galicia. Supongo que hay gente que ve que su entorno ha pasado la enfermedad y entiende que ya no tiene que tomar ciertas medidas. No se ha dado esa situación de cuestionarse la libertad.
¿Molestan estas palabras de Ayuso?
Hay que verlas en el contexto de cada territorio. Estos días escuchaba hablar a gente de la frontera andaluza con Portugal –seguro que pasa también en Galicia- sobre lo que significaba para ellos la libertad de ir a Portugal. Cada uno ve las cosas en su entorno. La situación en Madrid es distinta, lo puedo entender.
Pero el mensaje parece ser que si hay menos las restricciones, soy libre. ¿No es un mensaje peligroso?
Creo que el concepto de libertad en este caso más amplio y más complicado. Y aunque a veces parezca que se puede hacer de todo, no es cierto. Hay zonas básicas de salud en las que no se puede entrar o salir. Y el ocio nocturno no funciona, funciona el ocio diurno porque a las once de la noche tienen que cerrar. Se están haciendo esfuerzos por contener la incidencia, y la interacción que hay en Madrid es tremenda. Es difícil hacer comparaciones. Nosotros tenemos que centrarnos en Galicia y agradecer a la ciudadanía que haya cumpliendo las medidas que nos hemos autoimpuesto los gallegos. Creo que en líneas generales, si uno analiza las cifras de mortalidad, lo hemos conseguido.