La hostelería viguesa esperaba con ansia el momento de reabrir tras casi un mes de cierre pero no se imaginaba que el escenario sería tan desangelado como el que presentaba la ciudad este viernes por la mañana. El frío y la lluvia han condicionado totalmente el regreso de los desayunos en la cafetería, de los vermús, de las comidas y hasta de las sobremesas. El tiempo no invita a permanecer en las terrazas –disponibles al 50%- y muchos locales se han visto abocados a subsistir con ese 30% de aforo permitido en el interior.
Además, algunos hosteleros han preferido no regresar ante esta circunstancia y ante el horario limitado, que les obliga a cerrar a las 17.00 horas. Así se podía constatar en el centro, donde algunas mesas y sillas seguían apiladas. En esta tesitura se encuentran especialmente las cervecerías y los bares que acostumbran a tener una clientela de tarde-noche. Para más inri, el alumbrado de Navidad que se activó este miércoles no se enciende a esas alturas de la jornada, cuando aún hay luz natural, por lo que pierden también este gancho.
Así pues, la recuperación del gremio en Vigo será lenta y gradual, a expensas de una posible recuperación epidemiológica de la ciudad. Los datos apuntan a una mejoría de la incidencia acumulada pero todavía queda trecho para alcanzar los niveles exigidos para relajar las restricciones. En todo caso, el alcalde, Abel Caballero, recordó este viernes que el Gobierno de España se unirá a la Xunta de Galicia y aprobará ayudas directas para el sector. Esta cobertura se sumará a las exenciones fiscales anunciadas desde el Concello.
El Ayuntamiento, además, desplegó efectivos de la Policía Local para vigilar el cumplimiento de las medidas pero sobre todo, tal y como está siendo la tónica habitual en esta pandemia, para asesorar a los establecimientos y resolver sus dudas sobre la normativa. Las ‘batidas’ acostumbran a ser informativas, ya que se detectan pocos incumplimientos. No obstante, Praza do Rei tiene previsto reforzar el personal disponible con los llamados “rastreadores de la hostelería”, en palabras de Abel Caballero.