El sector de la hostelería se hizo ver y oír de nuevo este martes por las calles de Vigo. Una larga caravana de coches partió por la mañana de Samil para recorrer la ciudad hasta acabar en O Castro. Era imposible no percibir su presencia. Multitud de vehículos, muchos de ellos rotulados, avanzaban haciendo sonar sus bocinas y enviando un mensaje claro: el sector necesita que la administración le arroje un salvavidas. Muchos están con el agua al cuello. No sólo los locales sino también distribuidores, repartidores, músicos, técnicos, taxistas…
Algunos profesionales que dependen de la hostelería se unieron este martes a las reivindicaciones del gremio. Muchos eran de Vigo pero otros venían de Pontevedra. Además, una representación compuesta por siete “compañeros” puso rumbo a Madrid para hacer llegar allí sus peticiones.
Porque las exigencias que plantea el sector no se dirigen sólo a la Xunta de Galicia. También señalan al Gobierno central y al Concello de Vigo. A todas estas administraciones no piden ya una línea de ayudas como la aprobada recientemente. El escenario es mucho peor y urgen a un rescate inmediato. “Lo que necesitamos es un rescate urgente ya, no podemos escuchar hablar de ayudas”, advertían públicamente antes de subirse a sus vehículos para hacerse oír por Vigo.
“No hemos tenido la respuesta esperada de las administraciones. Hay gente que está arruinada a las puertas de la Navidad. Gente que lleva pagando 8 meses el alquiler y a sus empleados como pueden”, recordaban. De hecho, dada la respuesta que están teniendo por parte de “todas, todas las administraciones”, han adelantado que las protestas se intensificarán y se convertirán en periódicas una vez a la semana.
Tras partir de Samil, la caravana -que contó a bordo con una fotoperiodista de VIGOÉ– pasó por Alcabre, Coia, Gran Vía, Praza do Rei, Torrecedeira, O Berbés, García Barbón, Areal, Colón, Urzaiz, Gran Vía de nuevo para terminar en O Castro. Allí se volvieron a congregar los asistentes para conjurarse de cara al futuro que les espera, que por el momento se antoja complicado.