Los botellones se han convertido en la principal preocupación de las autoridades sanitarias. Los brotes de Covid-19 que se están registrando entre la gente joven han provocado repuntes de contagios y la ciudad de Vigo no ha sido ajena a ellos. Es más, su incidencia acumulada no para de subir y ya se sitúa al borde de los 70 casos nuevos por cada 100.000 habitantes. Por ello, tanto la Policía Nacional como la Policía Local intentarán evitar que se produzcan en el primer fin de semana de julio, que además es el primero del año con el ocio nocturno abierto.
La Comisaría de Vigo-Redondela prevé desplegar patrullas uniformadas y de paisano en las zonas de aglomeraciones. Formarán parte de este dispositivo efectivos de la Unidad de Prevención y Reacción (UPR) y diferentes unidades camufladas durante las noches del viernes y del sábado. No obstante, hay que recordar que la competencia en este asunto corresponde al Concello, por lo que la labor de la Policía Nacional estará relacionada sobre todo con el orden público y ofrecerán apoyo para hacer cumplir la normativa de salud pública a requerimiento del cuerpo municipal.
Desde el Ayuntamiento de Vigo no se ha concretado el dispositivo que se llevará a cabo, pero el alcalde, Abel Caballero, aseguró esta semana que la “vigilancia” de la Policía Local seguirá siendo como hasta ahora. En sus palabras, “intensa”. El regidor olívico reconoció la “dificultad” que encierra intervenir en botellones “cuando hay mucha gente” pero avisó de que “la policía actuará como corresponde”. En todo caso, recordó que “es compatible” divertirse y cumplir la normativa sanitaria con “cuidado” y “precaución”.