La primera fábrica gallega de mascarillas EPI iniciará su actividad en Vigo, con 1,5 millones de unidades al mes. Serán comercializadas bajo la marca Galmask. Durante las pruebas realizadas por el organismo notificado, las mascarillas fabricadas en Vigo resultaron tener un nivel de protección superior al 99 por ciento tanto en entrada como en salida, por lo que serán comercializadas bajo la categoría FPP3, la más alta en este tipo de equipos. Están certificadas bajo la norma EN149:2001 + A1:20009.
El proyecto surge de la necesidad de aportar equipos de protección de calidad a la población ante la gran mayoría de mascarillas sin homologar existentes en el mercado y evitar la excesiva dependencia de otros países. Según los responsables del proyecto, Manuel y Juan Novoa, a cargo de la fabricación, y Miguel Gómez y Julio Rojo, en el área comercial, “se trata de contribuir a la reducción de la propagación del virus asegurando el abastecimiento de mascarillas con la mayor protección certificadas en España, y reduciendo la dependencia extranjera, sobre todo asiática, de un material imprescindible en estos momentos”.
Forman parte de Galmask la viguesa I-LEVER, que aporta el conocimiento en fabricación automatizada, y Dismark Products, de Santiago de Compostela, empresa que se encargará de la comercialización de las mascarillas. El millón y medio de FPP3 Galmask que se fabricarán en Vigo serán distribuidas no solo en España sino también en los más de 30 países en los que Dismark tiene canales de distribución y almacenes logísticos.
La empresa creará 30 puestos de trabajo directos y supone una inversión de 600.000 euros en maquinaria y materias primas.
Actualmente, las mascarillas están en la última fase de homologaciones, solo a la espera de recibir el certificado de la Unión Europea.