Una mujer de 24 años se ha convertido este jueves en Vigo en la víctima mortal más joven de la pandemia en Galicia. Se trata de una paciente originaria de Cualedro (Ourense) que había ingresado en el complejo hospitalario de la ciudad de As Burgas el pasado 7 de agosto. Su estado se fue agravando y se le pasó a la UCI. Pero finalmente que fue necesario trasladarla al Álvaro Cunqueiro para que recibiera ECMO.
Se trata de un sistema de Oxigenación por Membrana Extracorpórea que ayuda, mediante ventilación mecánica, a la respiración natural y permite limpiar la sangre. De esta forma, los pulmones hacen menos trabajo y sufren menos. Este tratamiento ha ayudado a salvar muchas vidas en Vigo, única ciudad gallega en el que está disponible, pero no ha sido el caso de esta joven.
La víctima ya presentaba «graves patologías previas» en el momento de su entrada en el CHUO, según la Consellería de Sanidade. En las últimas fechas había mostrado una aparente mejoría y ya había dado negativo en las últimas PCR que se le realizaron. Incluso se había estudiado pasarla a planta. Pero su estado dio un vuelco y acabó empeorando. Finalmente, perdió la vida tras casi dos meses ingresada.
Aunque el impacto de la Covid-19 fue clave, Sanidade no ha sumado este fallecimiento a su recuento oficial al haber dado negativo antes de morir. Es lo que marca el protocolo. De esta manera, la Xunta mantiene en 474 el número de decesos derivados de la pandemia en el área sanitaria de Vigo desde marzo de 2020. En ese cómputo sí figuran un joven de 28 años, que también arrastraba complicaciones de salud, un hombre de 49 años y cuatro personas de 50 años.
La noticia se conoce, además, en un momento en el que esa ola está a punto de quedar atrás con un balance oficial de 35 defunciones en el área viguesa. La incidencia acumulada en 14 días ya está en 27 casos nuevos por 100.000 habitantes y solo se contabilizan 198 casos activos. Son dos estadísticas muy próximas a los mínimos del año, que se registraron el pasado mes de junio. Los centros sanitarios olívicos atienden a cuatro personas, tres en planta y una en la UCI.