La Xunta de Galicia ha propuesto este viernes al sector de la hostelería de la comunidad la puesta en marcha de un protocolo con una serie de normas de calidad sanitaria en función de cuyo cumplimiento los establecimientos quedarían adscritos a tres niveles distintos, cada uno de los cuales otorgaría diferentes prerrogativas. Este planteamiento llega después de que el TSXG tumbara la obligación de presentar un ‘certificado covid’ por no ser “idóneo” ni “necesario”.
La iniciativa ha sido lanzada por la Xunta durante una reunión telemática en la que han participado representantes de las principales asociaciones provinciales de hostelería junto con el vicepresidente de la Xunta y conselleiro de Presidencia, Justicia y Turismo, Alfonso Rueda; el conselleiro de Sanidad, Julio García Comesaña, y la directora general de Sanidad Pública, Carmen Durán.
El sistema con tres niveles será analizado este fin de semana por el sector, que hará sus propias aportaciones o matizará las que ha formulado Sanidad en el borrador que les ha entregado, de modo que pueda ser llevado la semana que viene al comité clínico para que lo revise y, en su caso, lo valide. De ser así, cada establecimiento estudiará sus particularidades y decidirá en qué nivel quiere estar, sabiendo que cuando más ascienda en la escala de niveles mayores serán los aforos de los que podrá disfrutar.
Por ejemplo, si un establecimiento cumple con la norma de tener gel hidroalcohólico en la puerta obtiene una puntuación, pero si lo pone en todas las mesas su puntuación aumenta, de modo que suma puntos para ascender en la escala de niveles y con ello aumentan sus posibilidades de pasar de una ocupación en terraza del 50 por ciento, a una del 75 o del 100, según ha explicado a Efe el presidente de la Federación de hosteleros de Pontevedra, César Sánchez- Ballesteros.
“Se aplicarían controles sencillos y verificables que permitan a los establecimientos hacer una autoevalución”, señala Sánchez-Ballesteros, quien subraya que, “lógicamente”, los establecimientos quedarían expuestos a controles de Sanidad, que podría sancionar en caso de incumplimiento o irregularidad.
Una limpieza especialmente sistemática de baños, poner a disposición de los clientes mascarillas gratuitas, dotar a los locales de maquinaria para renovar el aire son algunas otras de las medidas que permitirían a los locales que las adopten subir de nivel y, por lo tanto, aumentar su capacidad de trabajo.
Se trata de medidas que para los hosteleros supondrán un coste, de modo que serían ellos los que decidirán si la inversión merece la pena, pero que, en todo caso, supone que no se trata a todos por igual porque tampoco son iguales las circunstancias de cada uno de ellos. Por ejemplo, existen establecimientos con espacio suficiente en las terrazas para que la distancia entre mesas sea la adecuada pero que, con la norma vigente, en localidades con una incidencia alta, están trabajando al 50 por ciento.
Para la Xunta, lo ideal sería continuar con el sistema del ‘certificado covid’ que invalidó el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG), pero como no es posible “siguen buscando fórmulas para mejorar la seguridad” que ahora, “entre todos» se tratarán de «ajustar”, señala Sánchez-Ballesteros. “Todo lo que sea con tal de que nos dé capacidad de trabajar incluso en el nivel máximo de restricciones”, añade.
La Xunta de Galicia ha asegurado que este documento está “todavía abierto y a la espera de recibir y estudiar las alegaciones que el sector presente”. No obstante, de cuajar, se podría instaurar a largo plazo y abrir “un nuevo marco en el que el cumplimiento de medidas ‘anticovid’ extraordinarias, como son la instalación de medidores de CO2 con sondas para limpiar el aire, el uso de menús QR, empleo de manteles de un solo uso o llevar a cabo una mayor limpieza periódica de los locales”, lo cual “conllevaría una ampliación por tramos de sus aforos”. El documento final se someterá al análisis por parte del comité clínico para su aprobación y posterior puesta en marcha.