El 17 de marzo de 2020 el Hospital do Meixoeiro sorprendía con la instalación de un dispositivo para completar pruebas PCR desde el coche. La pandemia se hallaba en pleno estallido y la iniciativa, pionera en España, apareció en todos los medios de comunicación del país. Pronto se extendió por todas las comunidades autónomas. Casi 15 meses después, ese ‘covid auto’ se toma un descanso. La Consellería de Sanidade ha optado por centralizar este servicio en el Álvaro Cunqueiro, donde se montó un sistema idéntico a mediados de septiembre, con la segunda ola en ascenso.
Los motivos de este cese de actividad, que será temporal por si vuelve a ser necesario en el futuro, son básicamente dos. Por un lado, la mejoría de la situación epidemiológica y, por otro, un cambio en la estrategia de cribados. Esta medida permitirá igulamente optimizar recursos.
La incidencia acumulada ha caído con fuerza en los últimos días y cada vez se están detectando menos positivos por coronavirus. Además, se trata de un proceso en cadena: hay menos contagios y, por tanto, menos brotes. Así pues, hay menos enfermos y menos contactos estrechos a los que efectuar pruebas diagnósticas.
Además, la Consellería de Sanidade está comprobando que la participación en los cribados ha descendido enormemente. Entre los casos más destacados se encuentra uno con la población joven como objetivo al que solo acudieron el 11% de los citados. Recientemente hubo otro en el centro de la ciudad en el que se implicó solo un tercio de las personas convocadas. Así pues, la búsqueda de asintomáticos se ha replanteado. La Xunta apostará por otro modelo: si la gente no va al cribado, que el cribado vaya a la gente.
Es decir, que los ciudadanos no tengan que hacer grandes esfuerzos por asistir y que incluso lleguen a encontrarse el dispositivo de forma inesperada. En esa línea han ido los despliegues completados en mercados municipales, centros comerciales o colegios. Sin ir más lejos, esta semana se desarrollaron pruebas masivas en el CEIP Javier Sensat, en el Niño Jesús de Praga y en El Corte Inglés. Hace poco se hizo lo mismo en el Gran Vía de Vigo y el Travesía de Vigo.
De esta forma, también se llega a la población sin vehículo propio o con malas conexiones de transporte público. En definitiva, los usuarios dejan de desplazarse al Meixoeiro y son los equipos sanitarios los que se acercan a la ciudadanía. Además, al mantener el ‘covid auto’ del Cunqueiro se combinan las dos estrategias. Y, en todo caso, el dispositivo del Meixoeiro no se desmonta y en caso de necesidad será reabierto.