La Consellería de Sanidade ha confirmado este viernes las sospechas. Después de avanzar este jueves la posibilidad de tomar “medidas adicionales” para atajar la propagación de la pandemia en Vigo, el departamento autonómico ha anunciado poco antes del mediodía que la ciudad queda confinada perimetralmente, de tal manera que no se podrá entrar ni salir de la urbe olívica si no se cuenta con una causa justificada (adquirir medicamentos, acudir al trabajo o al centro de estudios, desplazarse a centros sanitarios, cuidar personas mayores, menores y dependientes o regresar al domicilio después de realizar alguna de las actividades anteriores).
Además, el conselleiro, Julio García Comesaña, ha advertido de que quedan prohibidas las reuniones, tanto públicas como privadas, de personas no convivientes. Siempre se que sean convivientes, lógicamente, no habrá límites para dichas reuniones.
Así lo ha decidido Sanidade después de celebrar la correspondiente reunión del comité clínico para el seguimiento de la pandemia. Tras dos horas de encuentro, se ha comunicado de forma oficial la implantación de estas medidas, que entran en vigor a las 15.00 horas de este viernes y se mantendrán hasta el próximo martes. Ese día se volverá a reunir el comité clínico para revisar la evolución de los datos y ver si se introducen más restricciones o, por el contrario, se alivian.
El motivo de ceñir por ahora estas limitaciones a sólo unas jornadas se debe en gran parte a la festividad del 1 de noviembre. García Comesaña ha mostrado su preocupación por el “contexto” que se va a producir “este fin de semana”, que se caracteriza por registrar “muchos movimientos de personas”.
Según reveló la directora xeral de Saúde Pública, Carmen Durán, la ciudad de Vigo arrastra una incidencia acumulada de 176 contagios por cada 100.000 habitantes en los últimos 7 días, lo que supone estar por encima de la media gallega (154 positivos por cada 100.000 habitantes en los últimos 7 días). Durán habló, en todo caso, de un empeoramiento “continuo” pero no “exponencial”.
Estas restricciones no son exclusivas para Vigo, sino que se implantan en las siete principales ciudades gallegas y otros municipios de pequeño tamaño con malos datos de Covid-19. De forma oficial, la urbe olívica mantiene el nivel 2 de restricciones pero añade ese cierre perimetral y esa limitación de reuniones a personas convivientes. Otros municipios como Santiago pasan a nivel 3 de restricciones.
Tras conocer la noticia, el alcalde de Vigo, Abel Caballero, ha avalado las decisiones de las autoridades sanitarias y ha pedido a toda la ciudadanía que las cumpla a rajatabla para “atajar la cadena de transmisión del coronavirus”.