El conselleiro de Sanidade, Julio García Comesaña, ha confesado que su departamento sigue con “preocupación” la evolución de la pandemia en el área sanitaria de Vigo. El titular de la cartera sanitaria ha comparecido públicamente a mediodía de este miércoles tras la reunión del comité clínico que se celebró este martes por la tarde. Según advirtió, la ciudad olívica y los municipios de su entorno continúan presentando una situación más negativa que el conjunto de Galicia.
Junto a la de Lugo, el área viguesa es la que menos mejoría está experimentando tras las restricciones impuestas. Los motivos para esa “preocupación”, según han explicado Comesaña y la directora xeral de Saúde Pública, Carmen Durán, se encuentran en dos campos: la incidencia acumulada de los últimos 3 y 7 días y el número reproductivo instantáneo (Rt) de casos.
En lo que respecta a los primeros parámetros, aunque los contagios nuevos se están suavizando, Vigo está registrando “algún pequeño repunte” de calibre “mayor del que esperábamos”. Parte de culpa han tenido los brotes sufridos en las residencias de ancianos, sobre todo en Doral Residencias Mos y en Ballesol Vigo. En ambos casos los positivos por coronavirus se han producido tanto en usuarios como en trabajadores.
Mientras, Durán ha alertado de que Vigo y Lugo son las dos únicas áreas sanitarias gallegas que tienen un número reproductivo instantáneo –estadística que indica el promedio de casos secundarios que cada contagiado puede llegar a provocar en un periodo de tiempo- por encima de 1.
Frente a esto, los hospitales de la ciudad olívica, que precisamente en las últimas horas pudieron dar varias altas, presentan una carga asistencial “buena” y “con margen” en caso de padecer nuevos ingresos, tanto en planta como en UCI. Comesaña ha puesto énfasis en este apartado, ya que resulta determinante a la hora de endurecer o levantar restricciones. “No sólo condicionarán los contagios o la trazabilidad de los casos”, apuntó.
Sobre este asunto, el conselleiro recordó que las limitaciones se introdujeron con la mente puesta en que duren un mes “y trabajamos con la fecha del 4 de diciembre como referencia”, independientemente de que se hablara de una posible relajación conforme pasaran las semanas. Comesaña insistió en que es necesario “dejar que pase el tiempo adecuado para que [las medidas] den su fruto” pero dejó caer que todo apunta a esas restricciones se irán suprimiendo “de forma progresiva”.
Preguntado sobre la Navidad, el titular de Sanidade vaticinó que “si todo va bien podremos estar en un escenario diferente al que tenemos hoy” pero todo “dependerá de los resultados” que se registren en las próximas semanas. “No pensemos que el 4 de diciembre acaba todo”, avisó. Además, mandó un mensaje para que nadie dé por hecho que la situación cambiará radicalmente en Navidad, ya que de lo contrario se podría sufrir una recaída en enero. “Nos preocupa el 4 de diciembre, las semanas siguientes, el mes de enero… No trabajamos sólo para la Navidad”, explicó.