La Consellería de Sanidade llevará la vacuna contra la Covid-19, si hace falta, a domicilio para inmunizar a las personas mayores de 80 años. Así lo ha avanzado este lunes el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, que ha ofrecido algunos detalles sobre cómo será este proceso entre los ancianos de la comunidad autónoma. Después de haber completado la administración de las dos dosis en las residencias y entre el personal sanitario de primera línea –el resto de profesionales empezaron a recibir la semana pasada la primera dosis-, se procederá a hacer lo propio con otro colectivo muy vulnerable. Desde este lunes se contactará con los receptores de las vacunas para iniciar su administración la próxima semana.
Para decidir el orden, representantes de Sanidade acudieron a un notario que diera fe de un sorteo al azar en el que se decidió por quiénes se arrancaba. Se estableció un criterio en función de los apellidos. Así, se comenzará por las personas cuyo primer apellido empiece por la letra H. “Así iremos secuenciando hasta la Z para luego a volver a empezar por la A. Es el criterio más objetivo, más limpio”, ha declarado Feijóo, que recordó que éste también fue el método escogido con el personal sanitario.
Serán los centros sanitarios de las siete ciudades gallegas y los centros de salud de cabecera de cada comarca -un total de 400- los que acojan la dispensación de las vacunas. No obstante, el Sergas es consciente de la dispersión poblacional existente y de los problemas que tienen algunos mayores para moverse. Por ello, quiere facilitar las cosas a este colectivo tan importante por su alta mortalidad. Así, en caso de que una persona “no pueda desplazarse” hasta alguno de estos lugares, podrá acercarse al “centro de salud más próximo a su domicilio”. Si eso no fuera suficiente, se irá hasta su propia casa. “En caso de que tampoco eso sea posible por razones de movilidad, iríamos al domicilio de cada uno de ellos”, apuntó.
Este proceso acabará, en el peor de los casos, a principios de mayo. En su día ya se había establecido un calendario de mínimos que fijaba en esas fechas el fin de la inmunización de esta franja de edad. No obstante, se podría adelantar a finales de abril. Para ello, sería necesario que se incrementara la llegada de unidades. En esta ocasión se utilizarán las dosis de Pfizer, pero la Xunta espera que en marzo se dé validez a la de Janssen, que solo precisa de una inyección. Feijóo también ha deseado una pronta aprobación de la de Novavax, que se producirá en O Porriño para Europa.
De hecho, si el suministro de vacunas fuera suficientemente elevado, el Sergas contemplaría la opción de introducir “algún ajuste logístico” y “concentrar” a la población “en polideportivos, auditorios o recintos feriales”, sobre todo en las ciudades durante los fines de semana.