Sesenta trabajadoras y 22 familias de los usuarios de la Residencia Geriátrica de Salvaterra, gravemente afectada por un brote de Covid-19 en esta segunda ola de la pandemia, salieron este lunes al paso de las acusaciones formuladas por varios sindicatos. En sendas cartas firmadas por empleadas y familiares de los internos desmienten que la situación sea tal y como se ha trasladado públicamente en los últimos días.
«Que nuestra residencia ya tenga unos años no significa en ningún caso que esté sucia, que sea inhumana ni mucho menos que en ella se maltrate a los mayores. Estas calumnias nos producen un enorme dolor, pues dista mucho de la realidad, por la entrega y dedicación que siempre nos ha caracterizado», asegura la carta remitida a los medios de comunicación desde el centro de mayores y firmada por las trabajadoras con su nombre y DNI.
El centro de mayores ubicado en Salvaterra lleva varias semanas afectado por un brote del que actualmente empieza a recuperarse tras registrarse un importante número de fallecimientos. Las cifras oficiales hablan de 20 internos muertos, pero desde la Federación de Familias de Usuarios (REDE) elevan el número hasta los 26.
En el comunicado las trabajadoras expresan también su «tristeza e indignación por la imagen injusta» que se ha trasladado y apunta que «los mayores que cuidamos se convierte casi en miembros de nuestra familia». Las empleadas apuntan que «desgraciadamente aún siguen perviviendo algunos prejudicios trasnochados» sobre las residencias y señalan que cualquier centro de día, hospital o centro de salud «puede ser víctima de series de fotografías malintencionadas como las que se difundieron y que tan solo contribuyen al desprestigio de nuestra profesión».
«Las 80 trabajadoras hemos luchado porque los mayores, tanto los que se han contagiado como los que siguen sanos, pudiesen salir adelante. Lo hemos hecho en condiciones difíciles: muchas de nosotras nunca habíamos trabajado juntas y el nivel de exigencia que nosotras mismas nos imponemos se suman las ganas de no decepcionar ni a las familias ni a la sociedad. La presión es mucha, pero nuestra voluntad de estar a la altura puede con todo», añaden.
En su carta finalizan reclamando que «el compromiso que demostramos cada día no se ponga en tela de juicio basándose únicamente en una serie de imágenes sacadas de contexto».
Una veintena de familias apoya a las trabajadoras
«Las familias de la residencia de mayores de Salvaterra de Miño queremos expresar nuestra indignación y nuestro profundo pesar ante la información que se ha vertido sobre la atención y el cuidado de nuestras familias. Estas calumnias y falsas acusaciones nos han provocado un dolor innecesario sumado al que ya padecemos por no poder estar con nuestras familias en este momento tan delicado. No se ha pensado en ningún momento en nuestros sentimientos», aseguran en su carta pública.
Los allegados añaden que se sienten molestos por las acusaciones de tener «abandonados a nuestros mayores y de que no nos preocupamos por la calidad de sus cuidados, pues es totalmente falso». También aclaran que siempre han podido visitar a sus familiares sin cita previa (salvo en los momentos de restricción durante la pandemia). «En todo momento estaban perfectos, cuidados, limpios y en muy buenas condiciones, al igual que las instalaciones», indican.
Igualmente, defienden el trabajo de los cuidadores y apuntan que «se han volcado en todo momento», incluso confinándose en las instalaciones. «El trato recibido por el personal es inmejorable, con demostraciones continuas de cariño y respeto, haciéndoles disfrutar de una adecuada calidad de vida. Queremos reconocer su calidad humana, dedicación y preocupación que demuestran cada día para que tanto residentes como familiares nos encontremos como en nuestra casa», concluyen.