Que la Covid-19 no entiende de edades lo sabe bien todo profesional sanitario. Y la pandemia se ha encargado de recordárselo a la plantilla del Hospital Vithas Vigo, que ha visto cómo en las últimas horas ingresaban en el centro cuatro pacientes con coronavirus con edades comprendidas entre los 25 y 40 años. Los últimos en ingresar tenían 25, 32 y 34 años y se han unido a su compañero de mayor edad.
Todos ellos forman parte de la tripulación de un barco que ha sido víctima de un brote que se encuentra detectado y controlado al tratarse de un grupo identificado y reducido. Los marineros, que trabajan para una armadora local, estaban guardando cuarentena en un hotel de Vigo, pero su estado ha empeorado sensiblemente y han tenido que ser hospitalizados en planta. Hay más afectados pero, aunque no se descarta nada, por el momento su cuadro clínico invita a pensar que no habrá más ingresos.
Este caso no solo refleja a la perfección que la Covid-19 no distingue grupos de edad sino que también deja constancia de cómo puede empeorar la presión asistencial de forma repentina. Este mismo hospital, Vithas Vigo, consiguió cerrar la semana pasada con un único paciente con coronavirus. Ahora atiende a nueve. En el conjunto del área sanitaria hay 139 ingresados, el doble que hace una semana. El Álvaro Cunqueiro suma 99 enfermos y Povisa 31.
Que esta patología ataca a todos por igual también lo dejó patente el parte de defunciones emitido por la Consellería de Sanidade este miércoles por la noche. Entre ellos se encontraba un hombre de 56 años que falleció en Povisa. Es una de las víctimas mortales más jóvenes registradas en el área sanitaria de Vigo. La de menor edad tenía 28 años, aunque se trata de un caso especial porque arrastraba diversas complicaciones previas. En Vigo, la pandemia también acabó con la vida de un hombre de 49 años, una mujer de 51 y otra mujer de 52.