La escuela infantil Lacaba de Vigo y el CEIP Outeiro das Penas de Redondela han sido los primeros centros educativos del área sanitaria en registrar casos confirmados de Covid-19 en sus aulas. Ambos se han conocido esta semana y ambos han obligado a activar los protocolos. Así, se han realizado PCRs al resto del alumnado para determinar si ha habido propagación del coronavirus en clase.
Fuentes del centro vigués, situado en la avenida de Europa, han confirmado a VIGOÉ el positivo de una niña de dos años, que empezó a mostrar síntomas durante el fin de semana y finalmente fue llevada al Hospital do Meixoeiro para ser sometida a las correspondientes pruebas. La ratificación del contagio llegó el lunes y a partir de ahí se aisló a once compañeros de clase y a la educadora, que también han pasado las pertinentes PCR y esperan conocer sus resultados a lo largo de este miércoles.
La escuela infantil, en todo caso, recuerda que trabaja con los llamados ‘grupos burbuja’, cuyos integrantes no tienen contacto con otros niños o docentes y, por lo tanto, no hay que temer una mayor expansión del coronavirus dentro del centro.
Mientras, el positivo de Redondela se dio en un alumno de Primaria. La dirección del colegio activó el protocolo después de tener constancia este martes de la existencia de una PCR positiva entre el estudiantado de segundo curso. Ante esta situación, ya se completaron las pruebas correspondientes a los compañeros de clase, que sólo habrían compartido aula el pasado viernes.
Posteriormente, se tuvo conocimiento de que su hermana pequeña, que va al mismo colegio, también estaba contagiada. Por ello, también se aisló al alumnado de un aula de Infantil. En total, hay 48 menores y dos profesores afectados.
Desde el Concello de Redondela, que ha confirmado la noticia, la alcaldesa, Digna Rivas, ha trasladado un mensaje de tranquilidad porque “aunque no hay que relajarse y casos como éste producen preocupación, en Redondela la situación epidemiológica no es alarmante”. El municipio suma once casos activos en una población próxima a los 30.000 habitantes. “Son casos aislados y no hay que lamentar ningún brote”, señala la regidora.