El motivo es la próxima edificación de una promoción inmobiliaria de 40 viviendas en la parcela anexa al inmueble en el que luce el mural de Lula Goce. Una cooperativa ya está comercializando los pisos de 2, 3 y 4 dormitorios que ofertará a la altura del número 159 de la avenida de Beiramar y que también dará a la calle Tomás A. Alonso. Se trata de viviendas con precios que oscilarán entre los 149.000 y los 256.000 euros y que en conjunto abarcarán todo el solar. Algunas de ellas tendrán vistas al mar.
En su día, la artista afincada en Baiona aceptó gustosa el encargo sabiendo que los vecinos buscaban dar vida a la zona, en la que querían que el Concello de Vigo construyera un parque. No obstante, ahora lamenta no sólo que su mural vaya a quedar relegado a un segundo plano, sino que al final no se vaya a ganar ese demandado lugar de esparcimiento. Aunque la promoción tendrá alguna zona verde no será ni muchos menos lo que anhelaba el vecindario.
“Este mural se pintó en la ciudad de Vigo, en un intento de conciliar una necesidad de los vecinos, que querían mostrar su necesidad de una zona verde en este solar, que permaneció desolado durante muchos años. Y por otro lado el Ayuntamiento que aceptaba la petición y financiaba la creación del mural. El mural se convirtió en un icono de la ciudad, por el feísmo que lo rodeaba, y por ese granito de esperanza que plantaba en los corazones”, explicaba la artista en sus redes sociales hace pocos días.
Lo hacía con motivo del Día Mundial del Medio Ambiente tras enterarse de que la edificación, aunque aún está pendiente de conseguir la licencia municipal, va para adelante. “El lobby inmobiliario se ha reactivado en la ciudad de Vigo y este mural, icono del barrio, va a terminar sepultado por un edificio enorme. Lo que siento con esto es pena, no porque se tape sino porque se tapa con una mole de hormigón y granito. Frustración por todos aquellos vecinos que pusieron su esperanza de una zona verde para sus hijos y para sí mismos y hoy pasan por encima de sus necesidades vitales de respirar naturaleza en mitad de la urbe. Necesitamos compromiso. Necesitamos el planeta, los árboles, los mares y el resto de animales que lo habitan. Necesitamos la naturaleza, somos parte de ella y si no la cuidamos nos estamos descuidando a nosotros mismos”, finalizaba Lula Goce.