El Museo de Arte Contemporánea de Vigo (MARCO) inaugura un nuevo Espacio Anexo con un programa de cinco exposiciones comisariadas por Ángel Calvo Ulloa llamado genéricamente Intertextual. El nombre hace referencia a la iniciativa de conectar las artes plásticas con la música, la literatura o el pensamiento filosófico a través de la obra de artistas de una misma generación dando muestra de la realidad artística actual.
El artista que inaugura espacio y ciclo es Carlos Maciá (Lugo, 1977) que ya expuso en el MARCO en 2006 dentro de la colectiva Urbanitas. La obra expuesta, «249 litros», una gran pieza de poliuretano inyectado pintado con spray rojo flúor, sigue indagando en la idea de «15 litros» que Maciá expuso en la galería Louis 21 de Madrid en el verano del pasado año. Se juega en ella con la imposibilidad de acceder al espacio o de poder verla cómodamente en su totalidad. Fuerza al espectador a un solo punto de vista y obliga a observar de refilón esquivando la imposibilidad física.
No me desagrada la iniciativa, ni el comisariado, ni la selección de artistas, ni, por supuesto, la obra de Maciá… Pero hay flecos, dudas, detalles que me asaltan igual que el citado olor a calamares ¿Un nuevo Espacio Anexo? Viajo a la hemeroteca y cito a Antonino García, alma hoy de Vigo Última Hora: «Fue una cárcel, se convirtió en un museo y por unos meses también será hotel». Se hacia referencia a la instalación Hotel Marco de rvr-arquitectos y el tokiota Michael Lin en el antiguo Espacio Anexo. Me gustaría subrayar eso de «por unos meses», el artículo citado es de El Mundo del 12 de abril de 2011. Ahí sigue Hotel Marco. Ahí lo dejo. El nuevo espacio, más humilde pero más lucido, sé encuentra en el lugar que antes ocupaba la tienda-librería ¿Qué ha pasado para que nadie pudiera o quisiera hacerse cargo de la tienda-librería? ¿Qué diferencia al MARCO de otros centros museísticos similares como el CGAC o el MUSAC con sus tiendas a pleno rendimiento? Solo son preguntas, pero nadie da respuestas. Que seguramente las hay y son absolutamente comprensibles. El problema es el silencio.