Pedro Dobao, autor de la escultura de Domingo Villar en la Alameda de Vigo responde, a las preguntas de Vigoé. La escultura está considerada como una de las siete artes, junto con la arquitectura, la danza, la música, la literatura, la pintura y la cinematografía. Además, Pablo Picasso decía que la “La escultura es el arte de la inteligencia”, porque la consideraba un ejercicio de autoconocimiento y experimentación. Pedro Dobao Rodríguez, más conocido como Pedro Dobao, es un escultor contemporáneo de enorme relevancia y Vigoé ha tenido la oportunidad de conversar con él sobre su obra y sus proyectos.
Pedro Dobao nació en 1945 en Arnado, un pequeño pueblo de San Martín de Valdeorras (Ourense), y comenzó su carrera de escultor a edad muy temprana como tallista de madera en un taller artesano en el Barco de Valdeorras. Más tarde entró en la Escuela de Artes y Oficios de Madrid, institución de gran prestigio y larga trayectoria (fundada en 1871).
En 1970 se desplazó a Barcelona, donde desarrolló su actividad durante varios años hasta que, finalmente, en 1975 retorna a su Galicia natal y se instala definitivamente en Vigo, en el barrio de Valladares, donde tiene su taller y vive con su familia. Su obra se encuentra muy repartida por toda Galicia y por el resto de España, y muchas de sus piezas forman parte de colecciones particulares y museísticas.
El mundo de la escultura es un mundo artístico muy complejo que engloba materiales, volúmenes, texturas, formas, policromías y técnicas que van desde lo más básico a lo más complejo, como el tallado, el modelado y el ensamblado, incluyendo, además de los materiales tradicionales como la arcilla, la piedra, los metales y otros de nueva invención, e incluso técnicas tan innovadoras como la impresión 3D.
Usted es un escultor con una larga trayectoria profesional, está consagrado y está muy reconocido, pero háblenos de sus comienzos. ¿Desde cuándo tuvo la vocación de escultor?
Desde muy niño, yo nací en el Barco de Valdeorras; mis padres me llevaron a Arnado, municipio de Vilamartin de Valdeorras donde me criaron y crecí felizmente en una aldea preciosa, yo le llamo el paraíso de Valdeorras. A muy temprana edad visitaba la mansión de mi madrina, Doña Pila Argudin, Viuda del Conde Torrepenela; allí me entusiasmaron la obres de arte y su gran biblioteca, donde pase mucho tiempo contemplando y ojeando libros.
¿Tuvo usted algún antecedente familiar vinculado con el mundo del arte?
No, éramos una familia muy humilde.
¿Qué pretende transmitir Pedro Dobao con sus obras?
El mundo en que nos ha tocado vivir donde hay injusticia, alegría, tristeza, dolor, Miseria y opulencia….
¿Qué materias primas prefiere, arcilla, piedra, madera, metal, marfil, yeso, plástico…?
Todos, porque todos son nobles, si la obra es buena y si nos transmite algo; no importa el soporte, lo que importa es el contenido.
¿Prefiere el arte figurativo, el conceptual, el abstracto…?
No tengo preferencias, todos son buenos cuando el contenido es aceptable.
¿Cómo describiría su estilo y qué influencias ha tenido?
Mi estilo es muy variado, porque nunca me quise encasillar haciendo fotocopias escultóricas, de ahí mi obra variada para mentes sencillas y profundas.
En cuanto a las técnicas, ¿prefiere el tallado, el esculpido, el modelado, la fundición…?
Todas son necesarias cuando eres un profesional completo.
En el caso de la fundición, ¿prefiere usted el bronce, el acero, el aluminio…?
Como material noble, prefiero el bronce, ningún material debe ser despreciado.
¿Es preciso saber dibujar y pintar para ser un buen escultor?
Dibujar sí, la pintura ya es opcional.
¿Prefiere realizar una obra concreta por encargo o dar rienda suelta a su propia inspiración?
¡Por supuesto! que me den libertad para crear; si no fuese así estaría creando con el pensamiento de otro, y el artista tiene que ser libre para dar libertad a los demás.
¿Cuáles son sus fuentes de inspiración?
La vida misma: el artista observa y ve, busca para encontrar, no copia, crea. El mundo existe desde su creación, lo primordial es indagar su Complejidad y volver a crear.
¿Qué aconseja usted a la hora de observar una escultura y qué es preciso valorar?
Observar es lo primordial y valorar su contenido y encontrar el relato, porque una obra de arte sin relato es como un libro en blanco, y si la obra solo tiene estética, se parecerá más a un adorno, por eso la escultura debe tener ética y estética.
Explíquenos brevemente cómo ha sido el proceso creativo de la escultura de Domingo Villar que está en la Alameda de Vigo.
El proceso fue basándome en fotografías que me proporciono la familia de Domingo Villar, hice un estudio lo más característico del personaje y me puse manos a la obra; primero modelando en arcilla la escultura completa, luego se procede a realizar un molde par luego fundir en bronce.
¿De no haber sido escultor qué le hubiera gustado ser?
Campesino.
¿Cuál ha sido su mayor desafío como artista?
Ser constante en mi propósito.
De la historia del arte, ¿cuáles son sus cinco esculturas preferidas?
“El pensador” y “los burgueses de Colais” de Rodin, “el Elogio del horizonte de Chillida. En pintura abstracta… Kandinsky, representó muy bien la música en su pintura; porque la música en si ya es pura abstracción.
¿Y sus autores preferidos?
Chillida, Rodin y Kandinsky.
Del mismo modo que un amante de los libros, ¿usted también tiene su casa llena de esculturas? En ese caso, ¿cuántas tiene en casa?
De mi colección tengo cincuenta y dos esculturas.
Usted tiene dos hijos, Javier y Pablo. ¿Alguno de ellos comparte su vocación por la escultura o por el arte en general?
A los dos les gusta el arte, solo Javier la práctica.
Si tuviera que quedarse sólo con una de sus obras, ¿cuál sería la elegida?
Con “Custodia do Pensamento”
¿En qué proyecto está trabajando actualmente?
Proyectos, tengo muchos; y otros tantos se quedaron en el cajón que han sido presentado a instituciones públicas.
¿Cómo le gustaría a Pedro Dobao que fuera recordada su obra?
El que vivió, trabajó, fue feliz con su familia y amigos. Y el amante del arte que profundice en ella.