Atraídos por las voces, algunos viandantes se paran a contemplar y no aguantan más de unos segundos, pero muchos otros sonríen, se sientan y ya no se levantan hasta que acaba la actuación. La representación no deja indiferente a nadie y las improvisaciones se encadenan en una esquina de la plaza que se abrió al público al construir el moderno edificio del Colegio de Arquitectos en Vigo.
Xoana Baz y Aroa Rodríguez, Inversa Teatro o Tiatreros captan la atención de todas las miradas en el arranque del primer Festival Polipoético que se celebra en la ciudad, una cita dedicada al escritor norteamericano Jack Kerouac como icono de la generación “beat” y la nueva apuesta por una poesía “menos casposa”.
Marcos de la Fuente jugó al baloncesto profesional y estudió fisioterapia, pero ahora, junto a Vanesa Álvarez, se dedica a organizar propuestas culturales desde el pub La Fiesta de los Maniquíes. “Esto es darle una vuelta a la poesía, la del siglo XXI, la poesía de los años 2011 y 2012. No se coge un libro y se lee. Se hace teatro, proyecciones, monólogos, cuentos… es una manera de expresarse reuniendo todas las formas posible”, señala poco después de abrir la cita con una grabación.
El festival se desarrolló desde las siete de la tarde hasta la una de la madrugada en el ágora de La Moreneta, en el escenario de La Fiesta de los Maniquíes, y en otros escenarios improvisados situados entre estos dos bares de Vigo, como la plaza de La Farola o la Plaza de Portugal. Seis horas ininterrumpidas de imágenes, música, teatro, performance, monólogos, cuentos y acciones poéticas en las que 24 artistas englobados dentro de 14 propuestas.
Tienen vocación de continuidad y esperan abrir una puerta. “Es la primera pero no la última, es el germen de lo que nos gustaría que continuase en próximos años, ya con apoyo institucional, sponsors, algo grande, con gente de todo el mundo”, añade Marcos.
Su actuación consistió en grabar una respiración en un megáfono y reproducirla ante el público. “Mi propuesta era que todos respirásemos al mismo ritmo y lograr una respiración global para que pudieran apreciar mejor lo que pasaba”, señala tras admitir que el 42 aniversario de la muerte de Jack Kerouac llegó “un poco de casualidad”.
“La poesía ya no es casposa”
“Es el máximo exponente de la generación beat, con él cambió la poesía de mediados de siglo. De repente está en el jazz, se grita desde un coche o se sangra. Es el iniciador de un movimiento que olvida la poesía como algo casposo para que sea algo gamberro, erótico y atrevido. Ya lo hacían en 1950 y se sigue haciendo 60 años después, sigue siendo igual de moderno, eso es lo bueno”, explica.
En cualquiera de las propuestas el público toma parte activa. “Es fundamental interactuar, en este tipo de cosas si le hablas a un persona durante cinco minutos seguidos, se duerme. Tienes que gritarles, escupirles si hace falta, proyectar algo sobre ellos, enseñarles un pezón…”, asegura el organizador.
A tanto no llegó ninguno de los artistas, aunque la gran mayoría de ellos fuerza la participación de los espectadores o improvisa en directo para provocar la reacción. “Hago performance audiovisual en directo, todo es experimental, nada está pregrabado, todo es sonido en directo y se va haciendo mezcla de vídeo en tiempo real. Son diferentes aparatos, algunos hechos por mí, desde objetos del chino hasta sintetizadores. Nunca sabes lo que vas a hacer, es experimental”, afirma Juanma Lodo antes de actuar.
Galicia y Portugal
De Vigo, A Coruña, Oporto o Lisboa llegaron algunas de las propuestas. Todos ellos de forma desinteresada porque “aquí no cobra nadie” y para participar en un escenario que no es fácil encontrar. “Si no vas a festivales, no hay sitios, solo quedan reductos en algunos locales. Hay una gran confusión entorno al término polipoético y eso es lo que se busca. Sorprender, tiene público especial, que se pregunta a ver qué hay”, explica.
“El arte de la palabra como denuncia, como distracción, como medio o como fin. Sola o mezclada con el sonido, la imagen, y el movimiento. En susurros o exclamaciones, en ágoras modernos, en clubes de medianoche o en paradas de autobús. Los artistas salen al lugar de donde vienen: a las plazas, las calles y los bares”, remata Marcos de la Fuente en su presentación del festival.