La ría de Vigo tiene una imagen que ya es icónica: el mar profundizando en el horizonte, lleno de bateas y con el puente de Rande escoltando la estampa, que gana color si el sol está cayendo. Esa fotografía mil veces vista –aunque no por ello cansina- resonaba en la cabeza del gallego Yoseba MP cuando le propusieron pintar un mural en la ciudad. El artista, que ha poblado Galicia de dibujos de ‘superabuelas’ rurales, optó por homenajear a una mujer del mar y encontró en Eugenia la modelo perfecta.
Eugenia es la madre de una amiga suya que aceptó “encantada” la propuesta. Hasta un par de veces visitó el proceso de pintado para comprobar de primera mano cómo avanzaba la obra y, finalmente, conocer el resultado. Tras diez días de trabajo, la valoración es muy positiva para todos. Los propios vecinos de la calle Vilagarcía de Arousa han trasladado su felicitación al artista. Y los de otras calles cercanas también, porque el mural, plasmado en un lateral del edificio situado en el número 30, se ve desde distintos puntos del barrio de Coia.
“Están muy contentos, sobre todo porque les gusta y tiene mucha visibilidad. Hay cuatro torres con ventanas orientadas hacia él y algunos vecinos me comentaban que estaban encantados porque se despiertan viendo el mural”, explica Yoseba MP a VIGOÉ.
¿Pero qué hace Eugenia encima de una boya de mar con los brazos extendidos? La respuesta es tan sencilla como noventera. Sí, de los años 90. Por aquella época comenzó a explotar la serie ‘Dragon Ball’ y la obra nació como un “juego referencial” a este anime tan venerado en Galicia. Del mismo modo que en las aventuras de Son Goku se invocaba al dragón de las bolas mágicas, Eugenia exhorta en la ría de Vigo al dragón de la batea. De hecho, el título de la obra es ‘Eugenia e o dragón de batea’.
La boya representa la bola mágica y la cuerda de la batea a ese animal mitológico que, en ese caso, sale del mar por orden de Eugenia, que tantos años trabajó el marisco para que no faltara de los platos que han hecho famosa la gastronomía gallega. Redondea la obra, de fondo, el puente de Rande.
Este mural hará compañía a otro situado unos metros más abajo, en la calle Bueu. Allí Mon Devane creó el año pasado un tributo a las ostreras de Vigo con la imagen de Isabel, la última superviviente de A Pedra. Una feliz coincidencia que Yoseba MP –Joseba Muruzabal más allá del nombre artístico- desconocía pero celebra.
Homenaje a las mujeres que estuvieron “en primera línea”
No es éste el único homenaje que dejan las medianeras que se están pintando estas semanas al amparo del programa municipal ‘Vigo, cidade de cor’. En los últimos días también ha terminado su trabajo el colectivo Expostas, en el número 141 de la calle Aragón.
En él, agradecen el esfuerzo realizado por las mujeres que libran la batalla contra la Covid-19 “en primera línea” y que estuvieron al pie del cañón durante el confinamiento. Es el cuarto diseño que plasman en las paredes de Vigo junto a otros tres en el pabellón del Berbés, en Beiramar y en la calle Tomás Alonso.
Festejan también el resultado en la calle Regueiro, junto al colegio Miralba, donde Disneylexia ha pintado una obra llena de color y vida. En total, ya se han completado seis de las 16 creaciones previstas para 2020 y hay otras muy avanzadas.