«La Estrella Azul» es una película que narra la historia real de Mauricio Aznar, un músico español que alcanzó la fama en los años 90 con su banda Más Birras y la icónica canción «Apuesta por el Rock and Roll». En la cúspide de su éxito, Mauricio decide abandonarlo todo y embarcarse en un viaje espiritual y artístico a Latinoamérica, donde se reencuentra con sus raíces musicales y encuentra un nuevo significado a su vida. La película, dirigida por Javier Macipe, se destaca por su autenticidad, y le ha permitido obtener diferentes premios tanto nacionales como internacionales.
Javier Macipe entrevistó a más de 50 personas que conocieron a Mauricio y recorrió el mismo camino que él hizo en Argentina para reconstruir su viaje. «La Estrella Azul» no solo es una película sobre un músico, sino también sobre la búsqueda de la identidad, la vocación y el sentido de la vida. Un film que invita a reflexionar sobre las prioridades en la vida y la importancia de seguir los sueños. «La Estrella Azul» ya puede verse en los Multicines Norte de Vigo.
-Pregunta: ¿Cómo fue el proceso de investigación y documentación para recrear la vida y la música de Mauricio Aznar en «La estrella azul»?
-Respuesta: El proceso de documentación para la película fue muy extenso y llevó varios años. Comenzó con entrevistas a amigos, familiares y compañeros de bandas de Mauricio, te podría decir que son más de 50. Sin embargo, lo más importante fue repetir el viaje que marcó su vida y es, precisamente, este viaje el foco principal de la película.
Fui a Argentina a la aventura, a un festival de música al que Mauricio había asistido, y terminé en Santiago del Estero, una provincia remota y poco visitada por turistas, donde él había estado hace 23 años. Allí, me encontré con todas las personas que Mauricio había conocido durante su viaje, quienes me ayudaron a reconstruir su viaje. La clave fue tener acceso a las cartas que él había enviado a su novia durante el viaje, donde detallaba los lugares que visitaba, lo que me permitió encontrar estas estaciones
-Has trabajado con actores no profesionales en el rodaje de la película, personas que convivieron con Maurizio Aznar. ¿Cómo influyó en la autenticidad del resultado final trabajar con estos actores cercanos a la historia?
-La esencia de la película se centra en la autenticidad y en que las cosas no solo parezcan, sino que sean verdaderas. Quería que la música se interpretara en directo, sin idealizaciones, sino de la manera más pura y verdadera posible. Por eso, en Argentina, todos los músicos que interpretaron a los Carvajal fueron los propios Carvajal, ya que son únicos e inimitables, como si en España pusieras a alguien a interpretar a Lola Flores cuando ella misma está presente. Esto contagiaba naturalidad al protagonista, Pepe Lorente, y creo que es algo que se percibe con una realidad casi documental.
Aunque la película es una obra de ficción y no tiene elementos documentales, algunos han dicho que se trata de un falso documental, pero no es así. Es una película de ficción convencional, pero se ha sido respetuoso con la historia original al contar con personajes que interpretan versiones de sí mismos, lo cual resulta impresionante.
-Se ha comparado ‘La Estrella Azul’ con ‘Searching for Sugar Man’, dos películas que exploran la búsqueda de la verdad detrás de figuras musicales icónicas. ¿Cómo difieren en su enfoque narrativo y cinematográfico, y qué crees que comparten en cuanto a su impacto emocional y capacidad para conectar con el público?
-El paralelismo con «Searching for Sugar Man», mencionado por la prensa, radica en el hecho de que ambos proyectos implican redescubrir a un personaje que estuvo olvidado durante mucho tiempo, a pesar de haber tenido una importante repercusión pero sin disfrutar de su éxito. En el caso de Mauricio Aznar, en España, es reconocido como el autor de una de las canciones más versionadas del rock en español, «Apuesta por el Rock and Roll», la cual muchas personas piensa erróneamente que es obra de Héroes del Silencio o Enrique Bunbury.
Sin embargo, «La Estrella Azul» difiere de «Searching for Sugar Man», mientras que este último es un documental clásico, «La Estrella Azul» es una película de ficción que presenta a un personaje real pero cuya existencia podría no haber sido necesariamente verídica. Desde mi perspectiva, «La Estrella Azul» se asemeja más a un road trip que a un documental.
-«La estrella azul» aborda temas como la búsqueda de identidad y sentido de la vida. ¿Cómo crees que estos temas resuenan con el público, especialmente en el contexto actual?
-Entiendo tu perspectiva y creo que es valiosa. Más que centrarse únicamente en la búsqueda de identidad, «La Estrella Azul» se puede interpretar como una exploración de la apuesta por la vocación. La película muestra cómo a lo largo de la vida, la vocación puede verse opacada por la rutina y el pragmatismo, haciendo que olvidemos nuestros sueños y metas.
La historia resuena con muchos espectadores porque refleja un tema universal: la lucha por mantener viva la vocación en medio de las exigencias diarias y las presiones sociales. Es común que las personas pierdan de vista lo que realmente les apasiona en la vida, pero la película sirve como un recordatorio de que es importante reconectar con esos sueños.
Es emocionante escuchar cómo la película ha motivado a las personas a recuperar sus pasiones y perseguir lo que realmente les gusta hacer. Esto refuerza la idea de que la vida es corta y debemos aprovecharla al máximo, haciendo lo que nos hace felices y nos da sentido.
-La música desempeña un papel crucial en la película, incluso con planos secuencia arriesgados. ¿Cómo fue rodar una película con música en directo y qué desafíos enfrentaste durante el proceso?
-Sí, es verdad que la música es una faceta muy especial de esta película. En la creación del sonido de la película se buscó alcanzar un nivel que estuviera a la altura de las producciones de Hollywood. Como estuvimos parados tres años a causa de la pandemia tuvimos tiempo para invertir todos los esfuerzos y recursos para analizar cómo están hechas las mejores películas con música en directo e intentar imitarlo y mejorarlo por el camino de la inmersión y falta de idealización.
El uso de planos largos para mantener una sensación de realidad y la inmersión del espectador en la experiencia musical. Cuando la cámara se mueve por el escenario refleja cómo cambia el sonido, similar a la experiencia de un músico en vivo. Hubo que luchar un poco para grabar todo en directo, los productores suponían que lo grabaríamos en estudio, ya que grabar en directo es un riesgo tanto para los técnicos como para los actores que se ven obligados a no tener la posibilidad de no poder repetir nada.
Estoy seguro de que ver la película en una sala de cine es una experiencia extraordinaria. La sensación de estar inmerso en una sala de conciertos de los 90 sorprenderá al público y agrega ese punto de realidad del que hablábamos.
-Sabemos que en el proceso de documentación la novia de Mauricio te entregó una caja con todas sus cintas. ¿Cómo seleccionaste las canciones que formarían parte de la banda sonora de la película y qué criterios seguiste para ello?
-El hecho de que la novia de Mauricio me haya dado las cintas que él solía escuchar ahora puedo decir que tiene un valor más fetichista ya que he preferido escuchar la música en alta calidad en internet. Reconozco que me compré un Walkman y escucharlas y experimentarlas de la misma manera que él lo hacía, crea una conexión especial. Como te digo, tiene un valor más espiritual que musical.
La elección de la música para la película, tanto la española como la argentina, ha sido un proceso muy meticuloso. La música española, con su foco en el rock and roll, se seleccionó específicamente para contrastar con el mundo que Mauricio iba a descubrir en Argentina. Por otro lado, la música argentina se escogió a través de un proceso de descubrimiento continuo ya que he estado cientos de horas escuchando a músicos en directo, en guitarreadas, en asados, en conciertos… y siempre iba anotando canciones que interesaban, canciones que me impresionaron la primera vez. Es importante esa primera impresión al descubrir una canción para el público. Esa experiencia de descubrir algo nuevo y sentir esa conexión instantánea es algo muy poderoso.
-El estreno de tu primera película en festivales de cine como San Sebastián y Santa Bárbara marca un hito en tu carrera como director novel. ¿Podrías compartir con nosotros cómo fue tu experiencia al presentar tu ópera prima en estos prestigiosos eventos?
-Presentar la película en el Festival de Cine de San Sebastián es realmente un logro impresionante y un escaparate excepcional para el cine en España. La emoción de presentar la película con aquellos que han formado parte del proceso de creación es una sensación difícil de explicar.
Fue emocionante cómo la película logró conectar con el público que no sabía nada de la historia de Mauricio, especialmente con los jóvenes, a pesar de estar ambientada en los años 90. El hecho de que ganara el Premio de la Juventud es un indicativo claro de su impacto. El reconocimiento en el Festival de San Sebastián nos dio alas para pensar que la película llegaría mucho más lejos.
-La música ha sido siempre un elemento crucial en la identidad cultural de las ciudades. ¿Cómo crees que ha influido en la identidad y el espíritu de la ciudad, Zaragoza en este caso, a lo largo del tiempo la música de Mauricio?
-La música es, sobre todo, algo que define épocas. Para mucha gente escuchar una canción automáticamente le traslada a ese momento y a ese lugar concreto donde la escuchó. Por ello hay canciones que se convierten en himnos generacionales. Mauricio fue una persona que trascendió mucho en ese sentido, hay mucha gente que recuerda su época de juventud por esas canciones. En “La Estrella Azul” intentamos actualizar eso y universalizarlo.