Las salas de cine retoman su actividad en Vigo este viernes 26 de junio para sumarse a la nueva normalidad. Tres recintos de la ciudad se volverán a llenar de olor a palomitas e ilusión por descubrir nuevas historias. O por revivir otras ya conocidas. El regreso del séptimo arte trae consigo una especie de ejercicio de ‘metaficción’. El cine homenajea al cine con la proyección en pantalla grande de un clásico moderno en el que el celuloide y las salas, sobre todo las salas de antes, las que llenaban de vida los pueblos, son tan protagonistas como los propios personajes de carne y hueso.
Se trata de ‘Cinema Paradiso’, la declaración de amor que Giusseppe Tornatore trazó en 1988 y que 32 años después se sube a la cartelera de los Gran Vía Cines, Yelmo Cines y Galicine Plaza Elíptica. Es la forma escogida para recordar al público la magia del séptimo arte y cuánto se le ha echado de menos en los últimos meses.
Así, el reconocido filme italiano, ganador del Oscar a la mejor película de habla no inglesa, se podrá ver como si de un estreno más se tratara y al mismo precio que cualquier otro título. La vida de Totó y su especial relación con Alfredo volverán a deleitar a los amantes de esta historia, del mismo modo que el propio Salvatore, ya adulto, se maravillaba desde una butaca al final del metraje.
‘Cinema Paradiso’ será una de las más de 15 opciones que tendrán a su disposición los cinéfilos este viernes. Entre los estrenos se encuentran ‘Los señores de la mafia’, ‘Onward’, ‘Lo mejor está por llegar’, ‘Las aventuras del Doctor Dolittle’, ‘Personal assistant’, ‘Sonic, la película’, ‘Hasta que la boda nos separe’, ‘Fahim’, ‘Bloodshot’, ‘Valentine’, La posesión de Mary’, ‘La cinta de Alex’, ‘Divino amor’, ‘Cuestión de justicia’, ‘Human Lost’ y ‘El hombre invisible’.
En el listado se echa de menos la oferta más independiente de los Multicines Norte, que no abrirán por ahora y tampoco manejan una fecha en el horizonte. Por su parte, hasta septiembre no se encenderá la pantalla del Cine Salesianos.
Medidas
Estas reaperturas traen consigo nuevos hábitos. El aforo máximo estará limitado al 75 por ciento de la capacidad de cada sala pero con la garantía de que hay butacas de separación entre cada espectador. Además, se perderá una de las estampas clásicas de acceso a los cines. Los trabajadores, con los que habrá que guardar distancias, ya no romperán la entrada sino que la escanearán o se limitarán a supervisarla visualmente.
Asimismo, se pide a los asistentes que compren las localidades por internet o que, si las adquieren presencialmente, paguen con tarjeta.
Ya en el interior, habrá que usar mascarilla siempre salvo cuando se esté comiendo o bebiendo algo y en los supuestos que ya contempla la normativa vigente con personas que tienen dificultades para usar este tipo de protección.
Las propias salas se encargarán de renovar el aire y ventilar sus dependencias, además de intensificar la limpieza y desinfección de todas las zonas, con especial atención a los baños. También pondrán a disposición de sus clientes dispensadores de gel hidroalcohólico.
En las tiendas se reemplazará la venta a granel por productos envasados y al moverse hacia las salas y al abandonarlas se deberá respetar la señalización horizontal que asegure la distancia social. La salida se realizará de forma escalonada.