Por la procedencia de sus dos principales actores, que ejercen de hermanos en la ficción, y por sus localizaciones. Ourense, Pontevedra, Cerceda, A Estrada y, sobre todo, Vigo lucen sus calles para ambientar un thriller de acción que busca ser más que otra película de carreras, peleas y disparos. La ciudad olívica ejerció este jueves de anfitriona al recibir al equipo artístico del filme –Maíllo no pudo estar presente por problemas con su vuelo- y acoger la presentación y un pase exclusivo ocho días antes del estreno en los cines. Prueba del peso que tiene en el proyecto, entre los invitados a la rueda de prensa celebrada al mediodía en el auditorio Mar de Vigo figuraba el alcalde, Abel Caballero.
No obstante, los focos estaban puestos en Mario Casas y Luis Tosar. El lucense se mostró orgulloso de haber participado en una “película multicultural”, que fue rodada en cuatro comunidades autónomas diferentes, y que fue “hecha desde la verdad más absoluta”. El afamado actor elogió el deseo de Maíllo de imponer un sello diferente a una historia que podía caer fácilmente en la banalidad formal, en la acción por la acción.
Como intérprete agradeció la “oportunidad” que ofreció el equipo de producción para que los actores trabajaran con “muchos ensayos” y estando todos presentes para lograr el mejor resultado posible. Además, calificó de “bonito regalo” el personaje de López, un hombre “ambiguo” que le ha permitido “trabajar de una manera muy gamberra”. “Ha sido un lujo”, confesó.
En la película, que se estrena el 22 de abril y distribuye 350 copias, Tosar ejerce de hermano rémora para Casas, que da vida a Toro, un chico que intenta reconducir su vida tras pasar cinco años en la cárcel pero al que López retiene en el pasado. Es, al final, “una historia de familia, de hermanos y de segundas oportunidades”.
Antes, durante y después de la presentación, los dos protagonistas también se mostraron casi como familia, con complicidad y sonrisas -ver vídeos en la parte inferior-. En su intervención, Tosar desveló que Casas “conduce increíblemente bien”, pero bromeó mucho acerca del rodaje de las escenas más complicadas. “Conducía de forma temeraria. Es un auténtico animal. ¡Y cómo reparte leña! Es muy normal en la carretera, pero rodando…”, comentó. Ahí se le unió el productor del filme, Farruco Castromán, que reveló que el joven actor coruñés no utilizó especialistas en algunas escenas a pesar de la velocidad a la que tenían que circular. “Conduce muy bien pero nos hemos gastado una pasta en coches…”, apuntó.
Casas, al fin en Galicia
Por supuesto, Casas se vio obligado a salir en defensa propia y aclaró que no hubo que lamentar daños en el muelle de Bouzas, aunque reconoció que “en esa primera persecución en el puerto había un poco de pudor por lo que había pasado en Málaga y por si le daba algún golpe a los coches. Había bastante miedo porque no confían mucho en mí”, dijo entre risas.
Las escenas de acción protagonizadas por Toro son numerosas. Pero Casas mantuvo que tienen un porqué: “La película tiene acción, pero la acción cuenta algo. Es una acción con personajes. Mi personaje lleva dentro una bestia, un animal y su manera de expresarse es la violencia”, señala.
El intérprete gallego prometió “una experiencia intensa” a los espectadores que acudan al cine y aseguró que ‘Toro’ no va a dejar indiferente a nadie”. “Es una película muy personal y de director. Una de las cosas por las que yo escojo esta película es por trabajar con uno de mis referentes, como es Luis Tosar. Es gente con la que uno quiere compartir cámara, trabajar y aprender”, declaró.
Casas, además, enfatizó su alegría por haber rodado al fin en Galicia. “Quiero dar las gracias por el tiempo que estuvimos aquí rodando, ésta es mi tierra. No sé por qué en tantos años no había subido aquí para rodar”, confesó.
También Farruco Castromán quiso mostrar su “agradecimiento por la acogida” que prestó Vigo a todo el equipo y valoró la aportación que hace la ciudad a la historia. “La ambientación lograda en sitios como Bouzas no se hubiera conseguido de otra manera”, aseguró.