En un mundo donde la música en vivo lucha por encontrar su lugar, Le BarLuthier emerge como un oasis de creatividad, ritmo y movimiento. Este pianobar literal e itinerante, nacido en Vigo en 2018, no tiene paredes ni dirección fija, pero sí una misión clara: transportar a quien lo escuche a los años 30, 40 y 50 con jazz, swing y una copa en la mano.
Es un bar y es un escenario
Le BarLuthier no es un concepto fácil de encasillar. Imagina un piano de cola cuya caja de resonancia se transforma en una barra de bar desde la que se sirven combinados mientras suenan Louis Prima, Nat King Cole o Cab Calloway. «Es un carromato de alegría que navega por donde la música manda», explica Míriam Rodríguez, la carismática show-woman que lidera el espectáculo, en una conversación con Vigoé. «No tenemos sede fija porque nuestra casa es el escenario, sea una plaza, un garito o una boda. Donde haya ganas de gozar, ahí estamos».
La idea surgió casi por casualidad, inspirada en La leyenda del pianista en el océano, una película que fascinó a Míriam y a Chucho González, batería y cofundador del proyecto. «Estábamos viéndola y, en una escena, el piano se desliza por el barco mientras alguien sirve una copa. Chucho dijo: ‘¿Y si la cola fuera una barra de bar?’. Ahí empezó todo», recuerda Rodríguez con una risa que destila complicidad. Desde entonces, el cuarteto (completado por Luís García Esmoris al piano y Brais Iriarte al contrabajo) ha convertido esa chispa en un espectáculo único que fusiona música en vivo, humor y un toque de teatralidad.
Un viaje en el tiempo con sabor gallego
El repertorio de Le BarLuthier es un billete directo a las décadas doradas del jazz y el swing, pero con un giro personal. «Queríamos escapar de la moda pin-up y buscar una filosofía más bizarra, donde la comedia tuviera su espacio», señala Míriam. Canciones llenas de cacareos, carcajadas y ritmo se mezclan con clásicos reinterpretados, mientras la show-woman interactúa con el público y sirviendo copas desde el piano. «Es un todo en uno: servimos bebida, tocamos y hacemos reír. La gente no solo escucha, participa», añade.
Desde su estreno, el pianobar ha recorrido Galicia y más allá, dejando su huella en eventos como el festival Swing On the Sea en Vigo, inauguraciones como la de 017 Store, un hotspot de moda, arte y street style en el centro de Bilbao, presentaciones del último modelo de Range Rover en Guimaraes (Portugal), o eventos de marcas como Vermú Rivera. Su carácter itinerante los ha llevado a plazas y eventos de Portugal, Madrid , Zamora o León, adaptándose a cada espacio con una frescura que los define. «Somos como una ameba: cada concierto es diferente, siempre en construcción», dice Rodríguez, subrayando la espontaneidad que los distingue.
Un vídeo que despeja dudas
A pesar de su trayectoria, aún hay quienes se preguntan dónde encontrarlos. Para responder, Le BarLuthier ha lanzado un vídeo en su canal de YouTube , una pieza que ellos mismos han grabado, dirigido y editado.
«Parece mentira, pero todavía nos dicen: ‘¿Y dónde está Le BarLuthier?’. Con este vídeo dejamos claro que no estamos quietos, que vamos donde nos llaman», explica la show-woman.
El audiovisual, cargado de humor y ritmo, refleja la filosofía del grupo: ser un ‘trotamundos’ que no se ancla, sino que fluye. Desde bodas hasta coffee breaks, pasando por certámenes de lindy hop, su propuesta ha conquistado a públicos diversos, desde empresas como CTAG o Iberinmo hasta asistentes a festivales como Jazz de Ría en Cedeira.
Sobrevivir y reinventarse
El camino no siempre ha sido fácil. La pandemia golpeó duro al proyecto, que depende del contacto directo con el público. «Perdimos el gancho en 2020, pero una colaboración con Hijos de Rivera nos salvó ese verano. Tocábamos en terrazas y plazas, y fue un lifeline», rememora Míriam. Tras altibajos (con un 2022 que califican como el peor y un 2024 que ha sido «muy fructífero»), los integrantes continúan en paralelo con sus carreras: Míriam da técnica vocal, Chucho trabaja para una empresa de videojuegos, y junto con Míriam dirige el coroshow Summus Lac, y Luís (recién llegado a la banda) es compositor y arreglista y Brais es actor, profesor de música y componente de otros proyectos musicales.
Aun así, Le BarLuthier sigue siendo su corazón. «Vivimos 100% del arte y de la música, en abril comienza la temporada de eventos y en diciembre se dispara. Nos vemos con la responsabilidad de dignificar la cultura como profesión», asegura Rodríguez. Este compromiso se extiende a iniciativas como La Luthería, un espacio de dignificación cultural, que comenzó como un podcast y se transformó materialmente en su lugar de trabajo: un estudio de grabación con escenarios y espacios para el rodaje de videos, directos y actuaciones en acústico. Sí, justo, aquí surge el vídeo que acaban de presentar: Con técnicas aprendidas del animador de los estudios Aardmann (Bristol): Pascual Pérez conocido como Hombre Sensato (1967-2015), con quienes ambos hicieron prácticas de empresa, Chucho destinó sus pocos huecos para la fabricación de tirolinas, compuertas, maquetas y engranajes que han hecho que este vídeo inspirado en Wes Anderson y Michel Gondry, sea sin uso alguno de la IA, un espacio surrealista que refleja la esencia de Le BarLuthier. En él podemos ver que han participado integrantes de Broken Peach (Lara, Pepo y Rubén) fuera y delante de las cámaras junto con otros de Summus Lac (Uxía, Sara y Noelia con su apreciado marido Marcos).
El futuro del pianobar errante
Con más de 50 conciertos en su primer año y una creciente presencia en el panorama cultural, Le BarLuthier no planea detenerse. «Ahora queremos componer nuestras propias canciones, dar un paso más allá del repertorio estándar», adelanta Miriam con entusiasmo. Mientras tanto, su pianobar sigue rodando, llevando swing, jazz y un buen vermú a quien se cruce en su camino. En Vigo, donde todo comenzó, y en cada rincón que visitan, este cuarteto demuestra que la música en vivo puede ser mucho más que un concierto: es una experiencia que se bebe, se baila y se vive.