Ya os adelanté a finales de diciembre que en estas fechas el Outono Fotográfico nos ofrecería una segunda (y última) exposición, que después de girar por varias localidades gallegas abre sus puertas en la sala II de Afundación. Daniel Díaz Trigo (Lugo, 1971) presenta «Posesións para un esquecemento», un recorrido fotográfico por sus recuerdos y por la chaira luguesa, en un trabajo realizado durante siete años que le valió el I Premio Galicia de Fotografía Contemporánea en el año 2013.
La muestra se articula en cuatro temas que parten de un pequeño texto. O Campo recorre el camino, cuatro décadas después, que el padre del artista realizaba para ir de su casa a la casa de la que de aquella era todavía su novia y hace reflexionar de lo inútil ahora de ese camino. A Colonización trabaja sobre el relato que el tioabuelo de Daniel hace sobre la repoblación de Castro Ribeira de Lea (Castro de Rei) durante el franquismo, un país «que se fue inventando un futuro provisional». As Torres do Arneiro investiga sobre las estaciones de radio chairegas aun que el texto intenta explicarnos en forma de diálogo algo tan ligero como el porqué el artista es artista. Y finalmente O Manicomio ahonda como los demás bloques en una profunda sensación de abandono, de espacio en desuso, de olvido.
La fotografía de Díaz Trigo tiene alma de fotografía documental, enriquecida con dibujo, pintura o formando grandes fotomontajes que componen panorámicas. En blanco y negro es una fotografía artística reflexionada en postproducción, consiguiendo una obra algo difuminada, enriquecida por los textos. Salvando las distancias de tiempo y lugar me recuerda a la obra de Otro Bettmann y de cómo él nos enseñó el mundo, ahora Daniel Díaz Trigo nos enseña Tierra Cha.